Según la propuesta del Ejecutivo la vigencia del Regist...
La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) y World Wildlife Fund (WWF) Perú han renovado un importante convenio de cooperación cuya finalidad principal es preservar la biomasa del mar peruano. Con el convenio, vigente por tres años más, se promoverán actividades relacionadas con la pesca y la promoción responsable del aprovechamiento de los recursos marinos. Además, ambas instituciones seguirán fortaleciendo la investigación y el monitoreo de las especies protegidas, como los delfines y las tortugas marinas, evitando su pesca incidental.
En Perú, después de más de 60 años de actividades petroleras y pesqueras en la costa norte peruanas, los organismos nectónicos, como el plancton —que dan vida a las especies marinas— no han sido afectados de ninguna manera. Contrariamente a los relatos del ambientalismo ideológico, la buena salud del mar peruano se demuestra con la abundancia de numerosas variedades de moluscos, crustáceos y erizos de mar. Las empresas petroleras del norte, utilizando procesos de exploración sísmica 2D y 3D, han confirmado la intangibilidad del plancton, bentos y neuston, organismos microscópicos suspendidos en el agua, desde la superficie hasta la profundidad marina.
Por su lado, el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), la institución científica más seria y prestigiosa del país, ha realizado numerosos estudios relacionados con la biomasa. Ha demostrado, en innumerables oportunidades, que las actividades petroleras y pesqueras en el norte no han afectado a la flora o fauna del mar peruano. En ese sentido, no se entiende cómo todavía subsisten sectores de la izquierda ambientalista intentando desarrollar relatos fuera de toda realidad, tratando de desacreditar a las actividades relacionadas con el mar peruano.
Las operaciones de monitoreo Eureka, realizadas por Imarpe y la flota marina asociada a la SNP, son importantes para cuantificar y cualificar la anchoveta en el mar peruano. Los resultados permiten realizar temporadas de pesca de manera responsable. El sector pesquero es el principal interesado en proteger su fuente de su subsistencia. Es el primero en cumplir con todos los periodos de vedas y las cuotas establecidos por la autoridad en función a estudios técnicos, y no de acuerdo a “pareceres” y caprichos sin sustento científico.
La flota industrial asociada a la SNP está siempre a disposición de las autoridades y sus actividades de fiscalización. No obstante las mentiras de la izquierda anti desarrollo, el empeño del sector pesquero es proteger los recursos juveniles, las anchovetas de talla menor (12 centímetros), no aptos para la pesca. Con el monitoreo Eureka se establecen parámetros relacionados con la ubicación y cantidad y calidad de los cardúmenes adultos listos para ser pescados.
La cuota señalada para la segunda temporada de pesca, que se inició el pasado 15 de noviembre, es de 2.1 millones de toneladas. El mar peruano permanece estable, lo demuestra la cuota: dentro de los parámetros estimados para mantener siempre una biomasa saludable. Se ha estimado que la temporada de pesca generará US$ 800 millones en exportaciones. Asimismo, US$ 50 millones serán destinados a los tripulantes de la flota pesquera.
La industria pesquera, como otras actividades productivas del país, se encuentra en constante peligro por los ataques de una izquierda antiempresa y antimercado. Relatos y mitos tendenciosos intentan paralizar el desarrollo del país. Un sector pequeño de pescadores artesanales, agrupados en supuestos “sindicatos”, insiste en señalar una supuesta “depredación” de los recursos naturales. Sin ninguna sustentación científica, y asesorados por las ONG del ambientalismo ideológico, los dirigentes de esos sindicatos intentan confundir a la población. Incluso llegan al extremo, de manera irresponsable, de señalar que la captura de anchoveta se realiza en tiempo de desove (anchoveta preñada). Los reportes del Imarpe desmienten esas versiones antojadizas, demostrando científicamente todo lo contrario.
COMENTARIOS