Editorial Economía

Inversiones agrícolas siguen creciendo

Gracias a Ley de Promoción Agraria

Inversiones agrícolas siguen creciendo
  • 07 de diciembre del 2018

 

Un reporte de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP) señala que el crecimiento de las exportaciones agrícolas en octubre pasado fue de 15% respecto al mismo mes del año anterior. Las frutas y hortalizas frescas exportadas han sumado en total US$ 5,086. Asimismo, el reporte indica que entre las frutas frescas, las uvas tuvieron el mejor desempeño. Igualmente, la palta Hass continúa siendo el producto más importante: US$ 740 millones, un 26% más respecto a octubre 2017.

Los principales destinos del sector agroexportador nacional son Estados Unidos, con US$ 908 millones (18% de incremento respecto a 2017); Países Bajos, con US$ 640 millones (31%); Reino Unido, US$ 221 millones (14%); España, US$ 188 millones (38%); Corea del Sur, US$ 77 millones (96%) y Hong Kong, US$ 75 millones (7%). El cacao y café siguen destacando. Según el reporte, se exportó cacao por un valor de US$ 222 millones, lo que representa un incremento de 15% respecto a 2017; y café por US$500 millones.

El esfuerzo de la industria agroexportadora continúa inquebrantable, pese a la actual perturbación política que crea climas de inestabilidad social y económica. El campo sigue rindiendo sus frutos después de 18 años de vigencia de la Ley de Promoción Agraria (Ley Nº27360). Una Ley demonizada por sectores izquierdistas, con el fin de detener el desarrollo del país. ¿Por qué? Porque al marxismo no le conviene el éxito del capítulo económico de la Constitución de 1993. Si el crecimiento económico del país sigue detenido, como es la intención de los izquierdistas, dirán que el modelo no ha servido y debe ser cambiado. En ese contexto, ocultan el principal resultado económico que ha beneficiado directamente a la población: la disminución de la pobreza, de 60% a 20% en menos de 20 años.

Los relatos antisistema, antimercado, antiempresas y antidemocráticos, cargados de subjetividades y apreciaciones hasta fantasiosas, tienen la finalidad de confundir a la población y crear animadversiones en contra de la industria nacional. La izquierda es campeona inventando estribillos. Dicen, por ejemplo, que el Estado subvenciona a las empresas agroexpotadoras porque no tributan la misma renta que otras empresas y tampoco aportan lo mismo al sistema de salud (EsSalud). Con ese relato, la izquierda intenta promover un Estado asistencialista, de subsidios y exoneraciones. Una falacia, a todas luces.

Lo que no dicen los sectores anti inversión es que las inversiones en el campo son de largo alcance y los riesgos son mayores. Por ejemplo, los fenómenos climáticos y plagas, y el precio de los commodities que imponen los traders internacionales. Tampoco explican que constantemente nuevas áreas cultivables son parte del sector agrícola y, por lo mismo, nuevas inversiones —de alto riesgo— se instalan para seguir promoviendo la agricultura en el país. Es decir, de acuerdo al incremento de proyectos hídricos (diques, represas, reservorios, pozos subterráneos, canales de regadío), nuevos terrenos y nuevas inversiones agrícolas comienzan desde cero, asumiendo todos los riesgos.

La izquierda y el primer ministro, César Villanueva, sostienen que el 4% de la contribución a EsSalud (será del 6%, según modificaciones a la Ley en el Congreso de la República), por parte de las empresas del sector agrario, es muy poco. Lo cierto es que los centros de salud del sistema EsSalud no existen en los poblados donde hay actividad agrícola. Solo en las ciudades existen los hospitales de EsSalud. Ante la necesidad prioritaria de cuidar la salud de los trabajadores, las empresas han organizado postas médicas para atenderlos. Otra falacia en la que también incurre la autoridad del Ejecutivo, el segundo después de Vizcarra.

Los sectores izquierdistas no descansan. Se dedican a tiempo completo a demonizar a las actividades del sector agrícola y de otros sectores productivos del país. No dicen que en el campo hay empleo con los mejores sueldos del Perú (un promedio mensual de S/ 1,400) con todos los beneficios de ley y que los trabajadores están ocupados todo el año, ofreciendo su productividad y competitividad libremente. Y eso no le gusta a la izquierda nacional de viejo cuño.
 

  • 07 de diciembre del 2018

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