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El instituto Nacional de Competencia y de la Protección de Propiedad Intelectual (Indecopi), acaba de emitir un informe en el que señala que no existen condiciones de competencia entre los servicios ofrecidos por el megapuerto de Chancay al norte de Lima. Ante semejante situación Indecopi recomienda que las tarifas portuarias se establezcan a través del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán).
Ante la decisión de Indecopi, Cosco Shipping Ports Chancay Perú S.A. (CSPCP) señaló que el puerto de Chancay ofrece un entorno competitivo y que el modelo en desarrollo había sido validado por la Autoridad Portuaria Nacional (APN). Además, la empresa estatal china aseveró que se reservaba el derecho de tomar las acciones legales internacionales correspondientes.
Vale señalar que el informe y las recomendaciones de Indecopi se presentan dentro del marco del Reglamento de la Ley del Sistema Portuario Nacional y de los marcos de la Constitución de 1993 que preserva la defensa de la libre competencia y la libertad de los mercados. Asimismo, para desarrollar este informe la Comisión de Libre Competencia de Indecopi hizo una serie de consultas e investigaciones en la Autoridad Portuaria Nacional, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, las municipalidades de Huaral y de Chancay. Asimismo, la referida comisión realizó entrevistas con importadores, exportadores, operadores portuarios y líneas navieras. Igualmente se evaluaron los servicios de embarque y descarga de contenedores, el enganche y desenganche de naves portacontenedores entre otros servicios.
Según diversas informaciones los principales afectados con una eventual falta de competencia en los servicios de Chancay serán las empresas que administran el puerto del Callao, puerto que antes de Chancay era considerado el principal del país. Por otro lado, algunas proyecciones preliminares indicarían que, considerando fletes y operaciones navieras, las tarifas en Chancay estarían 30% debajo del promedio.
Más allá de que se trate de una discusión estrictamente técnica y económica –finalmente, los costos de los servicios son universales y la falta de competencia o dumping se detecta con rapidez– es evidente que la decisión de Indecopi corresponde a una reacción en general de los estados latinoamericanos y el Perú frente a la guerra comercial que han desatado los llamados aranceles recíprocos de Donald Trump que, más allá de haber sido pausados por 90 días, han establecido un arancel general del 10% y la urgencia de los países de eliminar las barreras paraarancelarias que se han desarrollado en las últimas décadas en medio de una expansión global del comercio exterior sin precedentes.
Increíblemente las barreras paraarancelarias de las diferentes regiones económicas del mundo que crecieron en las últimas décadas se desarrollaron en contra de la economía de los Estados Unidos para baldón de la clase política estadounidense que aceptó semejantes desequilibrios en las relaciones comerciales. En ese momento de redefiniciones estamos, y el Perú debe saber actuar con pragmatismo, pero con firmeza en la defensa de la soberanía nacional y los objetivos comerciales del país.
En ese sentido si se confirman todos los presupuestos de la mencionada resolución de Indecopi en cuanto a la falta de condiciones competencia en Chancay, el Estado peruano debería ejercer plenamente su soberanía en la aplicación de las recomendaciones de Indecopi para restablecer el sistema de libre competencia entre los puertos y garantizar la vigencia de la Constitución de 1993. De lo contrario, el Perú se desubicaría de extrema gravedad en la guerra comercial en el mundo, se pondría en peligro el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y todo el sistema institucional económico construido en las últimas décadas en el Perú se pondría en cuestión.
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