Algunos días después de la APEC, poco a poco, el Per&uac...
En Perú, aproximadamente siete millones de hectáreas están dedicadas a la agricultura. Sin embargo, solo 250,000 ha se destinan a la agricultura moderna, lo que constituye apenas el 5% del total. Más de dos millones de pequeños agricultores, cada uno con menos de cinco hectáreas, gestionan el 95% de las tierras rurales. Bajo la Constitución de 1993, los 22 tratados de libre comercio y la Ley de Promoción Agraria (Ley 27360), el Perú se ha convertido en una potencia agroexportadora en ese 5% de terreno, exportando productos a casi todos los continentes.
En los últimos meses el Ejecutivo ha subrayado la continuidad de significativos proyectos hídricos, tales como Chavimochic III, Majes Siguas II y Chinecas. Estos proyectos implican el trasvase de ríos costeros y la construcción de represas para el riego de zonas desérticas y la generación de energía eléctrica, prometiendo transformar más de 150,000 hectáreas (ha) en nuevas tierras agrícolas.
De todos estos proyectos, Majes Siguas II se destaca como el más importante para el sur del Perú. Es un proyecto de desarrollo regional que busca ampliar la oferta agroexportadora y dinamizar la economía de la zona. Se inició en enero de 2011 y a la fecha solo ha avanzado un 11%, porque lleva paralizado más de 10 años por diferencias entre la empresa a cargo de su construcción —la transnacional Cobra Infraestructuras Hidráulicas— y el Gobierno Regional de Arequipa, encargado de su administración. Este plan incluye la construcción de una represa en el río Siguas, con el propósito principal de gestionar eficientemente sus aguas. Los objetivos son dos: habilitar tierras fértiles para la agricultura y generar energía hidroeléctrica a través de las centrales Lluta y Lluclla, que abastecerán de electricidad a la región. Majes Siguas II representa una oportunidad significativa para la expansión de la agricultura en Arequipa y en todo el sur peruano.
Vale destacar que las inversiones previstas para Majes Siguas II son del orden de los US$ 654 millones con un impacto económico en el largo plazo de S/ 4,300 millones. Sin embargo, para que las nuevas tierras cultivables generadas por Majes Siguas II puedan maximizar su potencial, deben ser divididas en parcelas de más de 200 ha. Esto fomentará la inversión y la adopción de tecnologías avanzadas, además de promover el crecimiento de cadenas agroexportadoras que impulsarán la economía regional.
En cuanto a la creación de empleos, se estima que la construcción del proyecto Majes Siguas II generará alrededor de 83,000 puestos de trabajo, incluyendo 48,000 empleos directos y 35,000 indirectos. A largo plazo, el proyecto podría abrir oportunidades para más de 80,000 trabajadores especializados en la producción de frutas y hortalizas de alta calidad.
Por otro lado, utilizar las nuevas 150,000 ha para la agricultura moderna incrementaría en un 60% las tierras dedicadas a la agroexportación, fortaleciendo este próspero sector de la economía nacional. No obstante el potencial de estas hectáreas, las inversiones en el sector agrícola enfrentan un desafío considerable: la ausencia de la derogada Ley de Promoción Agraria. Esta ley, que ofrecía regímenes tributarios y laborales favorables, fue fundamental para el desarrollo del milagro agroexportador peruano y fue derogada durante el gobierno provisional de Francisco Sagasti.
La urgencia de promulgar una nueva ley de promociones agrarias se debe a que las inversiones en cultivos como paltas, cítricos y arándanos requieren un promedio de más de ocho años para ser rentables. Además, estas inversiones están expuestas a eventos climáticos y riesgos geográficos imprevistos, haciendo la actividad agrícola extremadamente riesgosa.
COMENTARIOS