Algunos días después de la APEC, poco a poco, el Per&uac...
En 2023 el Perú produjo 2.76 millones de toneladas métricas de cobre (TMC), lo que representó un incremento anual de 12.7% con respecto al año anterior. Según el Instituto de Ingeniero de Minas del Perú (IIMP), esto se logró porque Las Bambas empezó a producir con normalidad desde el segundo semestre del año pasado y por el aporte de Quellaveco en Moquegua. Hay que señalar que gracias a esa producción las transferencias de la minería a través del canon minero, las regalías mineras (legales y contractuales) y el derecho de vigencia de la penalidad representaron más de S/ 7,600 millones. Con estos resultados, el Perú mantuvo el segundo lugar como productor mundial de cobre. Y ahora que el precio de la libra del cobre supera los US$ 4.50 y que la demanda del metal rojo se triplicará en el 2050, no es exagerado sostener que la industria minera del cobre es una de las grandes soluciones para los problemas que atraviesa la economía peruana.
Con los excelentes resultados de la producción de cobre en el 2023, no podemos dejar de preguntarnos cómo le iría al país sin los conflictos sociales que los grupos antimineros y el radicalismo impulsan alrededor de determinados proyectos emblemáticos, y que terminan con la paralización de las inversiones. Por ejemplo, si analizamos con detenimiento cuáles son los argumentos medioambientales o ecológicos que justifican la paralización del proyecto Tía María, por ejemplo, encontraremos que todo es una suma de leyendas y relatos. No hay razonamientos atendibles.
Ubicado en Arequipa, Tía María representa una inversión de US$ 1,400 millones, y tiene una proyección de producción anual de alrededor de 120,000 TMC. El proyecto no solo generará empleos en su área de influencia, superando los 9,000 puestos de trabajo, sino que también contribuirá al país con más de S/ 300 millones en concepto de canon y regalías. Este flujo económico fortalecerá tanto la economía regional como la nacional, brindando oportunidades y mejoras en la calidad de vida.
Tía María ya tiene todos los permisos vigentes y la empresa concesionaria, Southern Peru, ya está lista para empezar con la obra, pero aún hace falta llegar a consensos con la población. Y para ello, Southern está desarrollando un novedoso y audaz proceso de socialización, promoviendo la modernización y tecnificación de las actividades agro-ganaderas, logrando el reconocimiento de los pobladores del Valle de Tambo a través de la campaña “Agro y minería: juntos por el bienestar de todos”. Asimismo, la empresa está desarrollando programas sociales y trabajo comunitario en base al diálogo abierto y transparente con la población. Cualquier duda debe ser aclarada en base a la conversación.
Otro de los aspectos que merece destacarse en el proyecto Tía María es el empleo de la tecnología de lixiviación que recupera el cobre del material extraído de los tajos. Luego, se coloca sobre geomembranas impermeables para evitar el contacto con el suelo, garantizando cero impactos ambientales. Por otro lado, esta tecnología no produce relaves ni humos. En general, se emplearán en este proyecto tecnologías pro medio ambiente, que cumplen los estándares ambientales más exigentes del planeta. Asimismo, Southern desarrolla programas sociales y trabajo comunitario en base al diálogo abierto y transparente con la población.
El comienzo de las operaciones en Tía María marcaría un hito significativo para la economía arequipeña y el sector minero en su conjunto. Este proyecto serviría como prueba concreta de que, a pesar de la incertidumbre política y económica, las oportunidades de inversión y crecimiento en la minería siguen presentes. El resultado sería un crecimiento económico impulsado por el incremento en la producción de cobre, la creación de empleos y la reafirmación de la contribución de la industria minera al progreso del país.
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