Bolivia ya le gana al Perú con inversión en litio

Mientras en el país la guerra política Ejecutivo versus Legislativo y la judicialización del espacio público recrudece, la empresa estatal boliviana Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) ha firmado contrato con la empresa alemana Active Communication International Systems GmbH (ACI Systems), compañía de investigación y desarrollo de tecnologías, para fabricar baterías de litio. Con una inversión de US$ 1,328 millones, la corporación mixta público privada industrializará el litio ubicado en el yacimiento Salar de Uyuni (Potosí).

El proyecto corporativo consiste en instalar, en un plazo de dos o tres meses, distintas plantas de hidróxido de litio e hidróxido de magnesio y de materiales catódicos, y una de baterías de litio. Para la realización del proyecto, el Gobierno de Evo Morales tuvo que hacer cambios en la legislación boliviana para permitir que YLB —creada en abril del año pasado— pudiera asociarse con una empresa extranjera. El mercado alemán será el principal destino de las baterías de litio producidas en Bolivia por el consorcio.

Mientras en el país del altiplano se dan pasos trascendentales para la industrialización del valioso mineral, en Perú —ni bien se conoció la enorme reserva de 4.7 millones de toneladas de carbonato de litio en Macusani (Carabaya, Puno)— las ONG del ambientalismo ideológico han comenzado a plantear objeciones a su explotación. La izquierda, organizada y financiada por especuladores de commodities en el mundo, alegan que el yacimiento de Macusani estaría en una zona declarada como reserva nacional, y que las leyes peruanas no tiene normas para la explotación de minerales radiactivos como el uranio, que acompaña al litio en el yacimiento de Puno.

Las ONG no saben que existe el DL Nº 23112 —promulgado en 1980, durante el Gobierno de Morales Bermúdez—, que será modificado para actualizarlo de acuerdo al proyecto de ley que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) presentará pronto. Por el momento, el Proyecto de Ley Nº 2291/2017-CR, presentado por el congresista Moisés Guía Pianto, organiza la base legal para la exploración y la explotación del litio y el uranio en el país. Plantea además la modificación del DL Nº 23112 y un nuevo régimen legal, señalando las competencias del Estado con respecto a la explotación de minerales radioactivos.

El extremista Walter Aduviri, recientemente elegido gobernador de Puno, insiste en que los peruanos solo debemos realizar minería mediante actividades artesanales, desdeñando las grandes inversiones y la tecnología de punta. Mientras bolivianos y alemanes utilizarán toda la tecnología disponible para fabricar baterías de litio, Aduviri le propone a sus paisanos y al Perú, “formalizar la minería del pueblo” produciendo el litio de Macusani con pico y lampa. Así, con Bolivia siguiendo los pasos de Alemania, Puno intentará, con Aduviri, seguir los pasos de Venezuela. ¿O Aduviri es un aliado estratégico de Bolivia?

Los mismos estándares de la minería moderna y responsable, instalada en Perú hace más de 18 años, se aplicarán en Bolivia. El consorcio YLB-ACI cumplirá en Potosí la misma normatividad y parámetros internacionales, relacionados con el medio ambiente, que Perú cumple al pie de la letra.

Con el contrato firmado con la empresa alemana, Bolivia ha dado un trascendental paso. Lo que fue un plan piloto se ha convertido en una gran oportunidad industrial de enorme significado para reducir la pobreza de los bolivianos alrededor del llamado “oro blanco”. Se ha dicho que el proyecto peruano Fachani, recientemente descubierto y concesionado por la empresa canadiense Plateau Energy, sería el más grande del mundo. En los yacimientos del Salar del Hombre Muerto, en Argentina, el de Potosí en Bolivia y el Salar de Atacama, se concentra el 80% de litio en el mundo. En el mundo, el principal productor de litio es Australia, con el 40% del total producido; le siguen Chile (33%) y Argentina (16%).

Una vez más, el Perú se convierte en el país de las oportunidades perdidas. Con los años se pensó que las alternativas desperdiciadas con el caucho, el salitre y el guano de isla, de los siglos pasados, servirían como experiencia. Y no ha sido así. Con el humalismo se desencadenó una lucha antiperuana en contra del cobre de Conga y de otros proyectos mineros. Oportunidades perdidas, como sucedió con las empresas petroleras que dejaron el Perú para irse a Ecuador buscando mejores condiciones de exploración y explotación. ¿Lo mismo pasará con el litio de Puno? ¿Qué dice Martín Vizcarra, el presidente del Perú?