Editorial Economía

Agua para combatir la pobreza

Ejemplo de iniciativa privada en Ica

Agua para combatir la pobreza
  • 28 de noviembre del 2018

 

En marzo pasado el gobernador de Huancavelica, Glodoaldo Álvarez, el gobernador de Ica, Fernando Cillóniz, y el ex ministro de Agricultura, José Arista, firmaron un convenio tripartito denominado “Sistema de afianzamiento hídrico en los valles de Ica, Pisco y áreas irrigables de las provincias de Huaytará y Castrovirreyna, en Huancavelica”. El objetivo: aprovechar los recursos hídricos de la región Huancavelica mediante el almacenamiento de agua. Esta agua se destinará a las partes altas y luego a las bajas de Huancavelica e Ica. Se trata de una iniciativa privada cofinanciada en cinco años, por un monto de US$ 400 millones.

Sin embargo, el esfuerzo de los huancavelicanos e iqueños es insuficiente frente al déficit de infraestructura hídrica nacional, debido en gran medida a la falta de entendimientos entre las autoridades y los dirigentes regionales. Un ejemplo es el gran proyecto Majes Siguas II, pendiente desde hace 40 años porque Arequipa y Cusco se disputan la propiedad de la fuente de agua. Según el economista Elmer Cuba, de Macroconsult, Majes Siguas II (una inversión por encima de los US$ 3,000 millones) irrigará 38,500 hectáreas de nuevos territorios cultivables. Si las obras empezaran este año, en el 2031 se alcanzaría la máxima producción. El proyecto prevé 70,000 nuevos puesto de trabajo directo y otros 50,000 indirectos o inducidos.

Walter Aduviri

Otro ejemplo de desentendimientos es la represa Paltiture, detenida por dos medidas cautelares planteadas por las autoridades de la municipalidad y del Gobierno regional de Puno. Es más, el gobernador recientemente elegido, Walter Aduviri insiste en que el agua es de Puno y se queda allí. Los mismo sucede con la represa Peña Negra (Arequipa), objetada por un sector de los agricultores arroceros porque —según ellos— con la obra solo se podrá realizar riego tecnificado. La misma suerte tiene la represa Quebrada Honda, también en Arequipa, detenida por la falta de “consenso” por parte de la población. Una obra que ha sido desestimada días atrás por el Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI).

En ese contexto, la gestión de los gobernadores de Huancavelica y de Ica resulta ejemplar, ya que pusieron fin a 70 años de conflictos. Dos regiones dispares, una en la sierra y la otra en la costa, con niveles de pobreza diametralmente opuestos —Huancavelica es de las regiones más pobres e Ica una de las menos pobres— se unen alrededor de la construcción de las represas de Pariona, Suytupampa e Ica. Se busca ampliar las actividades agrícolas de ambas regiones y disminuir la pobreza, el desempleo y la informalidad. Más de un millón de campesinos, dueños de parcelas agrícolas no mayores de dos hectáreas, que esperan organizarse para ser parte del círculo virtuoso exportador. El agua será la principal herramienta para eliminar la pobreza y la situación de abandono de Huancavelica.

Y así como el Estado ha demostrado incapacidad para resolver el problema del agua potable en el país, dejando de construir plantas de tratamientos y tuberías de conducción, también los presenta con respecto a la infraestructura hídrica para las actividades agropecuarias. Allo se suma el daño que los relatos del ambientalismo ideológico y de los colectivismos le hacen al país. A la izquierda antisistema no le interesa la explotación de los recursos naturales ni la construcción de reservorios, diques o canales para aprovechar las aguas provenientes de las lluvias.

José Hernández, ex ministro del sector agricultura, ha señalado la necesidad de construir más de 600 presas y reservorios, con la participación sector privado mediante los mecanismos Obras por Impuestos (OxI) y Asociaciones Público Privados (APP). Inversiones por encima de los US$ 5,000 millones habilitarán en los próximos 30 años más de 100,000 hectáreas de nuevas tierras cultivables. Finalmente, importantes inversiones en el sector agroexportador serán posibles con los proyectos de irrigación en Piura (Alto Piura), La Libertad (Chavimochic III), Lambayeque (Olmos), Áncash (Chinecas) y Arequipa (Majes-Siguas II). Como se aprecia, el agua es sinónimo de desarrollo y reducción de pobreza.

 

  • 28 de noviembre del 2018

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