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Las crónicas de Julio Octavio Reyes desde el Monitor de Grau
El valor, el heroísmo, la nobleza y las hazañas bélicas del Gran Almirante Miguel Grau Seminario, al mando del Monitor “Huáscar”, durante la Guerra del Pacífico, fueron conocidas por los peruanos en su momento gracias a los reportes de prensa que enviaba un periodista que viajaba a bordo del legendario buque como corresponsal de guerra del diario La Opinión Nacional: Julio Octavio Reyes. Este personaje histórico ha sido rescatado del olvido por Luis Enrique Cam, periodista e historiador, en el libro “El corresponsal del Huáscar. Crónicas de Julio Octavio Reyes”, publicado por Telefónica y el grupo editorial Mesa Redonda.
El libro narra la vida del corresponsal e incluye una recopilación de las crónicas que Reyes escribió desde el Huáscar, que constituyen, como dice bien el autor, “un testimonio excepcional de los hechos que relató con sólidos conocimientos de las cosas del mar, del arte de la guerra, enmarcados con talento literario y equilibrado patriotismo”.
La obra también aborda el aporte del periodismo a la historia y la importancia que alcanzó en aquella época. Revela, por ejemplo, que el siglo XIX fue el siglo del auge del periodismo escrito que, a la par con el desarrollo de los ferrocarriles, el telégrafo y los buques a vapor, se convirtió en el medio de comunicación de masas por excelencia. El autor nos dice que la prensa escrita adquirió entonces “una importancia realmente notable”.
Siendo joven y tras haber laborado como burócrata en algunas instituciones, Julio Octavio Reyes (Huacho 1850) ingresó a trabajar como periodista en La Opinión Nacional. Al estallar la guerra, en 1879, el director del diario, Andrés Avelino Aramburú Reyes, lo designó corresponsal naval y en esa condición se embarcó en el Huáscar. Poco tiempo después se ganó la confianza y simpatía de Miguel Grau, quien lo designó su secretario privado.
Las crónicas que escribió fueron publicadas en las páginas estelares de aquel diario y tuvieron una gran demanda del público, la cual creció de manera notable al conocerse las hazañas de Grau y el Huáscar, como sus incursiones sorpresivas en los puertos chilenos o sus victoriosos enfrentamientos con buques enemigos. Durante el heróico y fatídico 8 de octubre de 1879, Reyes no estuvo a bordo del Huáscar. pero pudo reconstruir los hechos de aquel holocausto con la información que manejaba y con los testimonios de los sobrevivientes.
Al regresar al Lima del sur, tras la caída de Grau y su buque, Reyes fue designado corresponsal en el El Callao, pero declinó y viajó a la sierra para combatir en la resistencia bajo las órdenes del general Andrés Avelino Cáceres. Después de la guerra, en 1895, emigró a Ecuador, donde fundó y dirigió con éxito el diario El Grito del Pueblo. Falleció en ese país ocho años después.
La excelente obra de Luis Enrique Tam está plasmada en una edición de 420 páginas pulcramente editadas y acompañadas de fotografías de la época.
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