El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
El pintor y escultor Alberto Quintanilla expone su obra en extraordinaria muestra
El pintor y escultor Alberto Quintanilla (Cusco, 1934) tuvo un inicio artístico verdaderamente deslumbrante, como un destacado integrante de la llamada “Promoción de oro” de la Escuela Nacional de Bellas Artes, integrada por Milner Cajahuaringa, Tilsa Tsuchiya, Gerardo Chávez, Enrique Galdos, etc. Como Tilsa, participó en la Primera Bienal de la Juventud, realizada en París (1958), y desde entonces se quedó a radicar en esa ciudad, donde su arte fue reconocido por personalidades como Pablo Picasso (1881-1973), quien afirmó que “Quintanilla es el primer aporte peruano a la pintura universal”. Un tanto olvidada por la crítica y los artistas, la obra de Quintanilla se puede apreciar en Wiñay Wayna, una amplia muestra que reúne 75 dibujos, pinturas, esculturas y grabados realizados a lo largo de los últimos cuarenta años.
Partiendo de una imaginería netamente andina, el arte de Quintanilla siempre tiene algo de lúdico, mítico y surreal. En sus cuadros es frecuente ver a seres fantásticos, mitad humanos y mitad demonios, o a extraños animales con tres ojos y que parecen tener dos rostros fusionados. Pero lo que más llama la atención de estos cuadros es su intenso colorido: rojos, azules y verdes que remiten inevitablemente a una cierta estética propia de nuestra serranía. En la primera sala de esta muestra (denominada “Serie de color”) se puede encontrar cuadros con todas estas características, como Takikiqcuna, El silencio y Sin medida ni clemencia. Y también litografías, como Verde esmeralda, Cíclope y Los amigos.
Pero las mayores novedades de esta muestra están en la segunda sala (“Serie negra”), en la que se reúne lo más reciente de la producción de Quintanilla: una serie de cuadros hechos con pintura vinílica negra, a los que se suman dibujos y algunos grabados, todos en blanco y negro. Según el propio artista, se trata de “pintura más contenida y esencial”, en la que ha tratado de evitar los desbordes sensoriales de la “Serie de color”. Algunos títulos de estas obras resultan sumamente expresivos: El aparecido, Todos flotamos, Una mascarada, Tempestad, etc. Y en ambas salas, además, se puede observar las peculiares esculturas de Quintanilla, hechas en metal y con un realismo casi burlesco, que representan a personajes y animales propios de los Andes.
Wiñay Wayna es una frase quechua que significa “joven que crece y avanza”. El artista la ha escogido como título de esta muestra porque representa bien su estado de ánimo actual: a sus 80 años se siente como un joven que todavía tiene mucho que aprender y mucho para dar. Quienes lo conocemos sabemos que es cierto, que el maestro siempre está trabajando con una vitalidad más propia de un adolescente, experimentando con nuevas técnicas y materiales con los que dar vida a su tan personal y valioso universo artístico. Esta muestra es precisamente una excelente oportunidad para que los peruanos más jóvenes descubran a uno de nuestros artistas plásticos con mayor prestigio mundial.
La exposición Wiñay Wayna se presenta hasta el 26 de octubre en el Centro Cultural Petroperú (Av. Enrique Canaval Moreyra 150, San Isidro).
(29 Set 2014)
COMENTARIOS