El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
Película que cuenta la historia real de tres matemáticas afroamericanas
Los Oscar del año pasado estuvieron marcados por los reclamos de la comunidad afroamericana, que por segundo año consecutivo no tenían representante en ninguna de las categorías. El presentador de la ceremonia, el comediante Chris Rock, inició la noche con estas irónicas palabras: “Bueno, estoy aquí, en los premios de la Academia, también conocidos como los ‘White People’s Choice Awards’ (Premios para los preferidos por la gente blanca)”. Este año entre las nominadas a mejor película hay tres que tratan precisamente el tema del racismo en Norteamérica; una de ellas es Talentos ocultos (Hidden figures, 2016) que narra la historia real tres destacadas matemáticas afroamericanas que trabajaron en la NASA en los años sesenta.
Katherine Johnson (interpretada por la actriz y cantante Tharaji P. Henson), Dorothy Vaugham (Octavia Spencer) y Mary Jackson (Janelle Monáe) son estas tres mentes brillantes que, antes de la proliferación de las computadoras, formaban parte del equipo encargado de hacer (con lápiz y papel) los complicados cálculos que implicaban los primeros viajes espaciales. En realidad era una tarea subalterna, pues las fórmulas provenían del Grupo de Tarea Espacial, integrado casi exclusivamente por hombres blancos y dirigido por Al Harrison (el conocido Kevin Costner en una buena performance). Lo que se cuenta en Talentos ocultos es el ascenso de Katherine al GTE y como, poco a poco, y a pesar de los prejuicios raciales y sexuales de sus compañeros, se va ganando la confianza de su jefe y se convirtiéndose en su más confiable colaboradora. Por su parte, Dorothy aprovecha la llegada de las computadoras para aprender a programar y convertirse en la supervisora de programación de la NASA; y Mary es la primera mujer en recibirse de ingeniera aeroespacial.
Paralelamente a estas historias de logros profesionales se nos presenta la lucha de aquellos años en contra de la segregación racial. Hay que recordar que los años sesenta son una época decisiva para esta lucha, con personalidades como Martin Luther King y Malcolm X. Pero aquí se prefiere obviar los aspectos violentos, mostrándonos solo las injusticias cotidianas que tenían que enfrentar las protagonistas; como el hecho de que Katherin tuviera que caminar 500 metros desde su puesto de trabajo simplemente para ir al baño, pues no podía utilizar el que había en su edificio (solo para mujeres blancas). Harrison, en una de las escenas más fuertes de la película, decide arrancar con sus propias manos los carteles que segregaban así los ambientes de trabajo.
El director de Talentos ocultos es Theodore Melfi, conocido por su trabajo anterior, la película St. Vincent (2014), protagonizada por Bill Murray. En esta oportunidad Melfe maneja con eficiencia la trama y el ritmo narrativo, apelando a recursos como las narraciones paralelas y los guiños cinematográficos (hay ya una larga tradición de películas sobre vuelos espaciales), pero optando siempre por lo narrativamente más efectivo y tranquilizante para el espectador. Así, a pesar de tratarse de un tema tan polémico e indignante como el racismo, Melfi se las arregla para mostrarnos siempre el lado más amable y divertido de las situaciones; al punto que las historias de sus protagonistas parecen casi de princesas de cuentos de hadas, que finalmente viven felices para siempre.
Talentos ocultos es una película agradable, bien narrada y con una intención destacable: recuperar para la historia a estas tres destacadas mujeres. Pero nos hubiera gustado que tuviera un poco de la fuerza de 12 años de esclavitud (2013), por mencionar otra película oscarizada y de la misma temática.
COMENTARIOS