El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
Clint Eastwood dirige a Tom Hanks en una buena película
El actor y director Clint Eastwood (San Francisco, 1930) es una de las personalidades más respetadas de la cinematografía norteamericana. Inició su carrera como actor a mediados de los años cincuenta, y alcanzaría la gran fama diez años después, con películas como El bueno, el malo y el feo (1966). Pero su actual prestigio se basa más que nada en su labor como director, que inició en los años setenta y que ha producido títulos memorables como Bird (1988), Los imperdonables (1992, Oscar a Mejor Película y Mejor Director), Río Místico (2003) y Golpes del destino (2004, Oscar a Mejor Director y Mejor Película), entre muchos otros. La más reciente película de Eastwood es Sully; Hazaña en el Hudson (2016), actualmente en nuestras carteleras.
Sully está basada en un hecho real, ocurrido en el año 2009 en la ciudad de Nueva York, cuando un avión comercial (con 150 pasajeros) tuvo, poco después de su despegue, un grave percance y el piloto Chesley “Sully” Sullenberger se vio obligado a amerizar en el río Hudson. Una maniobra arriesgada y que afortunadamente no produjo ninguna víctima, pero que significó la pérdida total del avión. Eastwood centra el relato en Sully, un piloto con 40 años de experiencia y que aquí es interpretado por Tom Hanks, uno de los actores norteamericanos más queridos, quien como siempre hace un trabajo pulcro y meritorio. El conflicto central es entre Sully y los técnicos de la empresa de aviación, quienes piensan que el amerizaje (y la consecuente pérdida del avión) no era necesario, pues el avión pudo haber regresado al aeropuerto. Sully es aislado de su familia y sometido a un juicio técnico, en el que estaba en juego toda su carrera.
Como suele suceder con Eastwood el tema central de esta película es el heroísmo, el momento en que una persona común y corriente toma una decisión trascendente, cuyas consecuencias lo sobrepasan. Y especialmente el heroísmo “crepuscular”, de personas muy mayores y que ya están en el final de sus vidas, como en Los imperdonables, Space cowboys (2000) y Gran Torino (2008). De ahí la elección de Hanks, quien viene de hacer un papel muy similar en la película Puente de espías (2015) de Steven Spielberg. Por eso no se cuenta casi nada del pasado del protagonista (apenas hay un par de breves flashbacks) ni de su vida personal actual. Eastwood se enfoca en el episodio del accidentado vuelo y en el posterior enfrentamiento de Sully con los técnicos y abogados (mucho más jóvenes y menos humanos que él), logrando un relato simple y eficaz, acorde con su tan comentado “clasicismo” cinematográfico.
Hay además otro aspecto interesante en la película: el sutil diálogo con el 11-S, el atentado contra las Torres Gemelas (la película se inicia con una pesadilla de Sully que evoca ese suceso). En ambos casos se trata de aviones que amenazan a la ciudad de Nueva York, pero su naturaleza es completamente opuesta: En el caso de Sully: Hazaña en el Hudson se trata de salvar vidas, y para ello el heroísmo del piloto se complementa con el de la tripulación del avión y el de los numerosos rescatistas que ayudaron a los pasajeros del avión a salir de las frías aguas del río. En suma, una película que nos devuelve al mejor Eastwood, después de las cuestionables Jersey Boys (2014) y American Sniper (2015)
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