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Sobre la última animación cinematográfica de Peter Docter
Desde hace veinte años, Pixar es el estudio de animación más importante de la industria cinematográfica. Películas como Toy Story (1995), Monsters Inc. (2001), Buscando a Nemo (2001), Los increíbles (2003), Wall-e (2008) y Up (2009) han ganado una buena cantidad de premios Oscar y son consideradas verdaderos hitos de la historia del cine de animación. Tras cinco años de trabajo (y siete versiones previas desechadas), por fin ha llegado a nuestras carteleras Intensamente, el más reciente trabajo de Pixar, un proyecto ambicioso que trata de mostrarnos qué es lo que pasa dentro de la mente de una niña de once años de edad.
Peter Docter (Minnesota, 1968), director y escritor de la película, nos cuenta la historia de Riley (personaje inspirado en su propia hija), una niña alegre y carismática, que ha tenido una infancia feliz en la fría y tranquila Minnesota, y que repentinamente tiene que mudarse con toda su familia a San Francisco. El cambio de vida, del campo a la ciudad, los problemas de la mudanza y la nueva escuela, resultan demasiado para Riley, quien pasa a convertirse en una niña tímida e insegura. Todo este proceso es narrado desde el interior de la mente de Riley, donde viven cuatro coloridos personajes: Alegría (color amarillo), Tristeza (azul), Temor (verde), Desagrado (violeta) e Ira (rojo). Son, por supuesto las emociones de Riley, de cuya interacción dependen todas las decisiones de la niña.
Lo más destacado de Intensamente es la seriedad con que es descrito el funcionamiento de la psicología humana: no solo la interacción entre las emociones, también el manejo de los recuerdos (un complejo sistema para guardar lo valioso y desechar lo inútil), la generación de “pensamientos centrales”, el origen de los sueños, los procesos de abstracción, etc. Y todo ese complejo “territorio” psicológico debe ser recorrido por Alegría y Tristeza, pasando todo tipo de aventuras, para volver a su lugar con el resto de las emociones (de donde salieron accidentalmente, por la crisis personal que estaba atravesando Riley); en un viaje en el que ambas aprenden a valorarse.
Todo está muy bien hecho, pero hay un problema en la película: al estar centrada en las emociones de su protagonista, no puede evitar caer recurrentemente en lo melodramático. Así, son muchas las situaciones que nos mueven a las lágrimas; como cuando Riley pierde sus más entrañables recuerdos de infancia, incluidos momentos familiares y amigas de infancia. Ya en Up, en la secuencia de la historia de Carl y Ellie, Pixar nos había demostrado que no puede hacer llorar hasta a los niños más duros. En Intensamente hay tres o cuatro secuencias igual de lacrimógenas, como la “muerte” de Bing Bong, el amigo imaginario de Riley, quien ayuda a Alegría y Tristeza a volver a su hogar. Hasta el cortoLava, que precede a la película, resulta excesivamente melodramático.
Intensamente es una muy buena película de animación, que no apela a las simplificaciones infantiles ni a las persecuciones típicas de las producciones de Disney. Pero también es básicamente un relato dramático, con escasos momentos de diversión, y con un humor muy contenido, por lo que puede resultar bastante aburrida para los niños más pequeños.
20 – Jul – 2015
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