Editorial Cultura

Mitos sobre el pasado para usurpar el presente

Nueva edición de S.P.Q.R.

Mitos sobre el pasado para usurpar el presente
  • 04 de noviembre del 2021

Aquí presentamos los artículos de la segunda edición de la revista S.P.Q.R, en la que se analizan los mensajes anti occidentales del neoindigenismo que habla de supuestos “pueblos originarios”, en contraposición a nuestra herencia hispana. Evidentemente este análisis no se puede desarrollar sin reflexionar sobre la identidad nacional y latinoamericana a partir de las mezclas de las tradiciones de los pueblos prehispánicos y la herencia española.

Debajo de los artículos publicados se podrá descargar el PDF de la última edición de la revista (y de la anterior).

En unas semanas S.P.Q.R. tendrá su propio repositorio.

 

 

POR ROMÁN CENDOYA.

La Leyenda Negra forma parte de una visión sesgada y crítica del papel desempeñado por España en la conquista del continente americano. Son legítimas las diferentes interpretaciones de la historia desde distintos puntos de vista historiográficos porque, como en toda acción humana, hubo luces y sombras, bondad y maldad. Los hechos, hechos son y ahí están. A favor y en contra.

Es obvio que la conquista de América llevada a cabo por los españoles cambió el rumbo de la historia. Como la transformación de la sociedad analógica a la digital también está cambiando el presente y en el futuro. Cada acontecimiento tiene una virtud transformadora y es una realidad de cada tiempo. No se deben aplicar principios, valores, ideologías, usos y costumbres de hoy a tiempos en los que los principios, valores, usos y costumbres eran radicalmente diferentes.

Igual sucedió con los ingleses en la conquista de sus territorios de Asia, Oceanía y Norteamérica. También con los franceses y belgas en África, los chinos en Vietnam y múltiples países de la zona. Todos los fenómenos colonizadores han tenido, entre otros muchos, un componente violento. Su mayor logro es la transformación de las sociedades.

Ahora bien, hace 200 años que España perdió prácticamente todos sus territorios, bajo el reinado de Fernando VII. Después de dos siglos de independencia de los países, no es verdad que los españoles sean los culpables de las realidades sociales que hoy sufren los pueblos de América Latina. Lo que hoy padecen estás sociedades es fruto de su sociedad.


La Leyenda Negra como instrumento político

La Leyenda Negra utilizada como instrumento político supone una manipulación completa de la realidad actual con el objetivo de culpabilizar a un tercero —España y la historia— de los problemas políticos, económicos y sociales que los diferentes países de América Latina padecen hoy por la negligente gestión de sus dirigentes. Desde la independencia de estos países, son los propios pueblos los que se han gobernado a sí mismos. Su fracaso es cosa de ellos. Sus bolsas de pobreza económica y social son fruto de la negligencia política de sus dirigentes en los últimos 200 años.

La Leyenda Negra es uno de los instrumentos del neocomunismo para manipular a las clases más desfavorecidas y acercarlas a sus planteamientos políticos. La utilización de la historia como instrumento político se hace mediante la creación de una serie de mitos.

El primer mito es la presunta grandeza de los “pueblos originarios”, cuyas tradiciones, cultura usos, costumbres y desarrollo eran tan —míticamente— superiores que su implantación debería servir para dar respuesta válida a los problemas estructurales de la sociedad de hoy. Es un mito porque los pueblos originarios ya no existen, como fruto del mestizaje de 500 años. Es un mito que fueran así porque entonces no hubieran sucumbido ante unas decenas de españoles y tampoco habrían abrazado su idioma y religión. Es un mito perverso porque los que los reivindican —mayoritariamente comunistas— ofrecen al pueblo una ensoñación como solución.

Es un mito porque los verdaderos gestores que están detrás son la legión de asesores cubanos, Evo Morales, Lula da Silva, Verónika Mendoza, Pablo Iglesias, Monedero y todos los firmantes del Foro de Sao Paulo o de la declaración de La Paz. ¿Qué tienen estos personajes de originarios? El uso del mito siempre se ejecuta igual. Proponen de líder a un local —el presunto originario— que será la marioneta a sus intereses. Y lo hacen porque el comunismo no puede proponer, como banderín de enganche, su modelo de gestión ya que es un fracaso histórico global. En todos los países del mundo víctimas del comunismo se producen millones y millones de pobres. 

Otro mito son las repúblicas “plurinacionales”. Bolivia se ha transformado en una República plurinacional; lo mismo que pretenden hacer con Chile o Perú mediante el cambio de la Constitución. Una falacia histórica utilizada para fraccionar el territorio sobre la base de la preexistencia de las naciones y pueblos originarios indígenas campesinos. Fue con la Revolución Francesa de 1789 cuando el concepto “nación” adquirió su pleno sentido político moderno, al oponer la soberanía de los ciudadanos al absolutismo del rey. El modelo plurinacional se intenta implementar para fraccionar las estructuras del Estado y debilitarlo. Los “originarios” asignan el título de nación a cualquier colectivo. Saben que cuanto más pequeña es la unidad identitaria es mucho más fácil de establecer la tiranía del control político.

Los mitos funcionan porque se implementan como un relato construido como una verdad colectiva, cuando es una realidad imaginada que genera unas grandes expectativas. Y así se traslada la decisión de voto a un plano mitológico, que no ideológico. Hacen que los ciudadanos, como factor de decisión de su voto, prioricen la ideología y no la gestión, capaz de favorecer el desarrollo y aumentar el estado del bienestar.

La izquierda antepone el derecho del pueblo al del individuo —único sujeto real de derecho— porque en la masa se diluye la realidad. Cuando un millón de ciudadanos se manifiestan en la calle, los medios suelen decir “el pueblo se echa a la calle”. Lo que no suelen decir y destacar es que el resto de millones de ciudadanos se quedaron en casa. Lidera mucho más una minoría organizada y movilizada que la inmensa mayoría paralizada.


La falsedad de los mitos

Incas, mayas y demás “imperios” eran colonizadores, conquistadores que sometían y explotaban los territorios. Las realidades sociales de la época estaban caracterizadas por el sometimiento de las tribus más débiles a las más fuertes, los sacrificios humanos y una estructura social no desarrollada según los estándares de desarrollo que había en Europa. Entonces los pueblos no eran ricos, ni todos eran nobles, ni estaban todos desarrollados. No es cierto que hasta que llegaron los españoles la región era un edén maravilloso y avanzado. No había un idioma común. No existía una estructura económica, no había universidades, una religión común, ni un idioma capaz de vertebrar todos los territorios.

La característica fundamental de la conquista española fue el mestizaje, aportando el idioma, el desarrollo tecnológico y cultural, el modelo económico y social, y la religión. Como dice Yuval Noah Harari, en su aclamada obra Sapiens “los imperios han producido civilizaciones híbridas que absorben muchas cosas de sus pueblos sometidos”.

Los españoles no deben disculparse por la conquista. Dos siglos después de la independencia no es legítimo manipular, mentir y engañar a los pueblos con falsos mitos para acceder al poder, como hacen los comunistas.

  • 04 de noviembre del 2021

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