El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
Al sintonizar VH1 una tarde del verano del año 2010, Chris Jericho —luchador de la AEW y vocalista de la banda Fozzy— conduce en el canal VH1 el programa 100 most shocking moments in music history (Los 100 momentos más impactantes en la historia de la música), en el que se hace un recopilatorio de casos como la muerte de Elvis Presley, la agresión de Chris Brown a Rihanna o el accidente de James Hetfield en un concierto. Al llegar al número uno, Jericho dijo: “El siguiente caso es tan impactante que seguramente todos recuerdan el lugar en el que estaban y lo que estaban haciendo cuando recibieron la noticia”. A continuación, empezaron imágenes de la vida de Michael Jackson, quien falleció de forma misteriosa un día como hoy, 25 de junio, hace exactamente diez años.
Hablar de Michael Jackson es hablar de la década de los ochenta, de sus récords mundiales (como el del disco más vendido en la historia de la música), del racismo, de la soledad, de los escándalos o simplemente del rey del pop, como se le conocía. Fue en marzo del 2009 cuando anunció su regreso a los escenarios, después de una larga ausencia, mediante cincuenta conciertos en el O2 Arena de Londres (Inglaterra). Desde entonces hasta el momento de su muerte, Jackson (entonces de 50 años de edad), no pararía de ensayar todos los días con tal de tener un retorno tan espectacular y memorable como sus famosas actuaciones de los años ochenta y noventa. Sin embargo, falleció antes de ese retorno.
La noticia dio inmediatamente la vuelta al mundo. En ese entonces todos estaban atentos a la radio, la televisión y las páginas web, ya que las redes sociales (como Facebook y Twitter) no eran tan usadas como lo son ahora. ¿Qué pasó? ¿Se suicidó o lo asesinaron? ¿Paro cardiaco? ¿No había un médico que vigilara sus horas de sueño como afirmaba la versión oficial de su muerte? Durante semanas y hasta meses después, todos los canales de música transmitían incesantemente sus videoclips, las radios pasaban toda su música, y los noticieros y programas de espectáculo no dejaban de hablar de él. Una nueva generación comenzó a adorarlo, a aprender sus pasos de baile, y a descubrir todo lo relativo a la vida del Rey del Pop.
No está de más hablar sobre sus inicios. Empezó a cantar con la banda de sus hermanos, con grandes éxitos como “I’ll be there” o “ABC”, para luego lanzar su carrera solista. En esta etapa supo unir las tradiciones de la música soul, el pop, el rock y hasta la música disco: especialmente a partir del álbum Off the wall (1979), que contenía canciones como “Rock with you” y “Don’t Stop ‘till you get enough”. Pero el momento cumbre de su trayectoria musical fue en 1982, cuando de la mano de Quincy Jones, productor musical, creó el álbum Thriller, canción que se publicitó con un largo videoclip, con muchos efectos especiales y pasos de baile que quedaron en la memoria de toda una generación de jóvenes en todo el mundo. Era la primera vez que un artista no solo traía una canción buena, sino toda una moda completa, un estilo de vida y un éxtasis indescriptible.
Más adelante entraría en una fase “políticamente correcta”, pregonando su amor por la tierra y la humanidad en general con canciones como “We are the world”, “Earth song” o “Heal the world”, pero también se le conocería por un completo cambio, tanto en sus rutina de baile como en su rostro. En 1987 lanzó el disco Bad, con una imagen completamente pálida. Michael había cambiado por completo y estaba irreconocible. Muchos decían que se odiaba a sí mismo y el color de su piel, y que por eso decidió aclararla. Otros, con solo ver la portada y escuchar el disco, lo tildarían de hipócrita, ya que en ese mismo disco está la canción “Black or white”, en la cual dice “puedes ser mi baby no importa si eres blanco o negro”, con un videoclip mostrando las grandes diferencias de apariencia entre las personas; pero que no importaban los rostros, sino la personalidad. Años después admitiría ante Oprah Winfrey que sufría de vitiligo, una enfermedad en la que la piel se despigmenta, a partir de manchas que van creciendo. Por eso decidió cambiar el color de su piel por completo, apelando a medicamentos y operaciones.
Entrando a la década de los noventa empezaron los escándalos de abuso sexual a menores, los cuales suenan hasta hoy, tras la difusión del documental Leaving Neverland (2019). En una primera instancia en 1993, y la segunda en 2005, cuando un juez lo absolvió de todo mal. Sin embargo, en el mencionado documental dos personas confesaron haber sido, durante su infancia, víctimas de abusos sexuales por parte de que Michael Jackson. Todo se inició después de que ambos niños tras ganaran competencias de baile y castings de actores para metrajes publicitarios, en los que conocerían a Jackson. Él mismo seducía a las familias y se ganaba su confianza para luego, poco a poco, empezar a insinuarse a los niños. El documental muestra contenido inédito y hace dudar sobre el tipo de persona que era Michael.
La vida de Michael Jackson estuvo llena de éxitos y una gran imagen por fuera, pero por dentro estaba lleno de problemas y traumas. Muchos se preguntan qué haría hoy Michael o qué opinaría sobre la actualidad de la industria musical, en la que las reproducciones vía streaming son el principal medio para consumir música. Por lo pronto el récord que ostenta, del disco más vendido en la historia musical, posiblemente nunca será superado.
Su vida se apagó hace diez años por un paro cardíaco ocasionado por una sobredosis de medicamentos (principalmente propofol, un fuerte sedante). Existen múltiples teorías conspirativas, como la que dicen que fue asesinado por el Gobierno norteamericano; o que su muerte fue planeada para escapar de sus deudas económicas y que se suicidó. Muchos aún no entienden que fue lo que pasó el día de su fallecimiento en su habitación, y las preguntas siguen. ¿Se suicidó o lo asesinaron? ¿Fue un paro cardiaco? ¿No había un médico en su casa que vigilara sus horas de sueño, como afirma la versión oficial de su muerte? ¿Cambió de piel a causa del vitiligo o por presión racista de las casas discográficas? Lo único que se sabe es que su médico, y la última persona que lo vio con vida, Conrad Murray, fue a prisión dos años por homicidio involuntario a causa de los fármacos recetados. Las demás son incógnitas que probablemente quedarán sin respuesta para siempre. Pero Michael Jackson ya es eterno.
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