Los inesperados seres voladores

Crítica a un espectáculo ameno y divertido, pero nada más

Fito Espinosa (Lima, 1971) es uno de los artistas plásticos peruanos con mayor proyección nacional, dueño de un estilo fácilmente reconocible y con muchos elementos naif y lúdicos. Pero su creatividad no se limita a la plástica, pues también es un buen cantautor como demostró en el reciente espectáculo “Los inesperados seres voladores de la ciudad” en el que Fito presentó su primer disco Campo de fuerza, de manera conjunta con el disco El maquinista del cantautor y productor musical Jorge “Chino” Sabogal, quien ha compartido escenario con Jorge Drexler y ha musicalizado importantes películas peruanas.

La historia de este espectáculo de presentación de los discos de estos dos cantautores se inicia cuando Espinosa –quien desde años compone canciones, aunque nunca las había interpretado en público– buscó a un músico de prestigio para que produzca su primer disco. Así fue que conoció a Sabogal, quien ha compuesto canciones y producido discos para artistas como Christian Meier, Jorge Pardo y Ana Carina Copello, entre otros. La empatía entre Espinosa y Sabogal los llevó a trabajar juntos sus respectivos álbumes y a grabarlos apoyados por un excelente equipo de músicos.

El siguiente paso, por supuesto, era presentar esos discos al público. Y en esto resultó determinante que Espinosa sea, además de músico, un reconocido artista plástico, pues agregó a la presentación elementos visuales que enriquecen a la experiencia musical. Así, en “Los inesperados seres voladores” hubo una pantalla en la que se proyectaban imágenes creadas por Espinosa especialmente para cada una de las canciones. Y lo más interesante es que en las canciones de Sabogal, Espinosa hacía los dibujos “en vivo”, con la ayuda de una tablet.

Pero además de las artes musicales y plásticas, en esta presentación se apeló constantemente a las artes escénicas (después de todo, un concierto es una representación escénica), a través de pequeñas performances interpretadas por el reconocido actor Christian Ysla, el mago Bruno Tarnecci y la actriz Daniella Sarfati, entre otros. A todo ello se sumó también la literatura, pues entre canción y canción el escritor George Clark leyó textos explicativos y de aliento poético. La evidente intención fue brindarles a los espectadores una experiencia estética múltiple, que los lleve a insertarse en un universo artístico rico y diverso.

Como propuesta, el espectáculo “Los inesperados seres voladores” (que se presentó el viernes 15 y el sábado 16 de noviembre en el auditorio de la Universidad del Pacífico) fue muy original y vanguardista. Lamentablemente, las canciones de Espinosa resultan, a pesar de los buenos arreglos e intérpretes, obras de un aficionado, con los inevitables defectos y errores; mientras que las de Sabogal son bastante mejores, aunque no llegan a deslumbrar. En ambos hay una visión idealizada e ingenua de la creación artística, que también marcó a los otros elementos, especialmente a los textos de Clark y las performances escénicas, que en algunos casos rozaron lo trivial. En suma, un espectáculo ameno y divertido, pero nada más.