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Alrededor de las dos de la tarde, cien personas esperan en una sala del Ministerio de Cultura a la espera de un llamado. Los visitantes tienen dos opciones durante su espera: mirar su celular o un metraje que se muestra en una pantalla grande dentro del recinto. Diez minutos más tarde aparecen dos encargados para notificar al 40% de los presentes que deben subir por el ascensor un piso, hacia la sala Kuélap. Luego de eso, un guardia pide la entrada y entran al aula, donde los espera una señora llamada Verónica. Ella se presenta y da inicio a la exposición, junto a la Mona Lisa y cuatro posters artísticos que grafican tan manera sucinta las labores que Leonardo Da Vinci realizó durante toda su vida hasta el el día de su muerte, 2 de mayo de 1519. Es decir, hasta un día como hoy, hace exactamente medio milenio.
Verónica explica que esta es la primera exposición de la vida, obra y herramientas auténticas de Leonardo Da Vinci que se presenta en Sudamérica, lo cual nos debe de llenar de orgullo. La experiencia empieza en el primer salón o espacio, que muestra los artefactos e inventos originales, junto con una explicación y una breve historia. Artefactos como la bicicleta, el prototipo del paracaídas en forma de pirámide o el martillo de levas. Asimismo, las paredes están llenas de apuntes y dibujos basados en los descubrimientos físicos y anatómicos de Da Vinci (la guía explica que fue el pionero de dibujar los descubrimientos de la rama biológica).
Acaso lo más curioso sea la propia escritura del científico y artista italiano, quien redactaba sus textos de derecha a izquierda, algo sumamente extraño para nosotros los occidentales. La experta señala que hay varias teorías: la primera, que era zurdo; la segunda, que era disléxico; la tercera (y más creíble), que lo hacía para que su competencia o enemigos no supieran en qué estaba trabajando. Así llegó a crear una especie de código lingüístico propio, que solo él podía entender. Algo que pocos saben.
Siguiendo el recorrido por la exposición, se entra en la sala de inmersión, que cuenta con alrededor de 12 bancas para que los visitantes puedan apreciar la presentación de un metraje que resalta lo más importante en la vida de Leonardo. La diferencia es que las imágenes se presentan en 360 grados; es decir, se muestra las imágenes en las cuatro paredes; incluso un proyector apunta al suelo, para hacer la experiencia más interesante. Desde el hombre de Vitruvio y la Mona Lisa hasta el dibujo anatómico de un embrión y un caballo.
La última parte empieza con una fila de aproximadamente 25 minutos, en donde de cinco en cinco las personas entran para utilizar lentes de Realidad Virtual que mostrarán, por cuatro minutos, algunos medios utilizados en la época renacentista que fueron influenciados fuertemente por la propuestas de Da Vinci. Los guías especifican que no es apto para niños menores de ocho años ni personas que sufren de migraña o vértigo; no obstante, no llega a generar riesgos para quienes sufren de acrofobia (miedo a la altura), puesto que no es una montaña rusa, sino una exhibición en primera persona del tornillo aéreo y un viaje en un peculiar bote.
Es fascinante comprobar cómo los inventos de Da Vinci han influido en la vida diaria de la humanidad, incluso a 500 años de su muerte: desde la caja de cambios de los automóviles actuales hasta su prototipo del ave. No logró que existiese un aparato personal que permita a los humanos volar, como era su deseo, debido a las diferencias anatómicas entre los hombres y las aves; pero sí fue una gran influencia para poder construir los primeros aviones 400 años más tarde. Hasta el día de hoy no hay otro personaje cuyos inventos hayan aportado tanto a la civilización.
DaVinci Experience
Exposición: Del 9 de abril al 8 de Junio
Horarios: lunes a Domingo 10am a 5pm. No habrá atención el 1 de mayo.
Precio: Ingreso libre con Capacidad limitada (1000 por día). No hay reservación.
Ubicación: Sala Kuelap Ministerio de Cultura.
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