El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
En el mundo occidental Amazon va ganando terreno frente a las librerías a causa de la venta de libros electrónicos, que pueden ser conseguidos a un precio menor y se pueden leer mediante el Kindle. Esto, además de permitir un cierto ahorro de dinero, también ahorra espacio en las viviendas, aunque deja de lado la posibilidad de crear una biblioteca propia en casa. Eso pasa al menos en Estados Unidos, país en el que viví por tres meses y medio, y nunca llegué a ver una librería abierta. En nuestro país la cosa cambia: cada día hay mayor cantidad de vitrinas literarias, y la Feria del Libro de nuestra capital siempre está alborotada de lectores que aprovechan los descuentos y presentaciones de escritores. Muchos de nuestros libreros saben que la moda de los libros electrónicos pronto va a llegar, con lo cual han creado conceptos que van más allá de vender libros, y se suele añadir una cafetería en la misma librería (caso Dédalo en Barranco y Miraflores, o la Librería del FCE). Pero la librería Book Vivant, en San Isidro, ha ido más allá, y ofrece “catas literarias” todos los jueves.
Esta librería, que abrió sus puertas en noviembre del 2017, tiene un concepto que tiene contentos a muchos fanáticos de la lectura y del vino tinto desde abril del año 2018: no solo vende libros, sino que también posee una bodega del más conocida bebida derivada de la uva, y ofrece cada jueves catas literarias. Sí, un conversatorio con un orador (y en algunos casos una micropresentación teatral) que va narrando la obra elegida mientras se van degustando los tintos que se ofrecen junto con quesos y panes artesanales. Asó, los asistentes experimentan el placer de leer y degustar, una combinación que es novedosa y agradable para todos.
Son alrededor de 22 personas las que participan semanalmente, aunque se llega a 30 en algunos casos. En la que presenciamos se trató de Don Juan Tenorio, y asistieron 11 personas. Al llegar había cinco copas servidas con cinco tintos distintos y una botella de 355 ml de agua Socosani. Según Daniel Quintero, uno de los moderadores, el agua funciona para limpiar el paladar y sentir la diferencia entre un vino y otro. Junto al moderador principal estaban las cinco botellas de vino que se degustarían.
El reloj marcó las ocho en punto y Guillermo Rivas, el encargado de la temática, inició la primera lectura con un verso de la obra escrita por José Zorrilla. Todas las lecturas las hace de forma poética, para ayudar que la mente del oyente imagine lo narrado. Pasan unos ocho minutos y se inicia la primera degustación, junto con las instrucciones para la cata: primero se mueve la copa para comprobar la textura, se huele la copa y luego se degusta mojando los labios para, según Guillermo, preparar el paladar; y finalmente se da el primer sorbo. Al mismo momento José Luis Pérez, importador de los cinco vinos, explica la fermentación, orígenes y diferencia entre uno y otro (en el primer caso, entre un crianza y un reserva de antaño). Finalizando, arranca la segunda lectura.
Entre una lectura y otra se van degustando diferentes quesos que ofrece la temática. A diferencia de la segunda degustación, en la cual se cambia por el “humus de la paz”, nombre que se le da al piqueo por referirse al alimento de los habitantes del Medio Oriente por igual. Al finalizar la cata del segundo vino se inicia la tercera lectura; pero a diferencia de las dos anteriores, es Daniel quien también participa junto a Guillermo para dar una especie de micro dramaturgia mientras leen los versos. Dos degustaciones más junto a dos lecturas, y luego se une una mujer para ser de doña Inés, al mismo tiempo que Vivas cumple con el rol de Don Juan, mientras le declara su amor, regalando una gran escena que puede ser vista hasta en los teatros más prestigiosos del mundo. Una última degustación y la muerte de Don Juan. Así finaliza la cata que tomó poco más de una hora de duración.
Guillermo me comenta que, además de las catas, también se ofrecen conciertos los sábados. Y que en esas oportunidades también llegan a degustar vinos, con la diferencia de que el ingreso el libre, aunque el costo de la copa es de S/ 60, pero se puede degustar hasta cuatro tintos distintos.
Son muy pocos los establecimientos que llegan a salir de su “zona de confort” para combinar cosas que pueden estar alejadas, en la teoría; pero que en la práctica resultan ser una muy buena combinación, como este caso. Y estoy seguro de que existen otras iniciativas igual de creativas en varios puntos de nuestra ciudad, que probablemente no conocemos. En este caso, lo descubrimos por pura casualidad, al visitar la librería, y nos fuimos más que encantados con la experiencia. La propuesta de la librería Book Vivant es un paso obligado para todos los amantes del vino tinto y la literatura. Y también para aquellas personas que buscan un escape a la rutina diaria.
Dirección: Miguel Dasso 111, San Isidro
Horario de las catas: jueves de todas las semanas, 8:00 pm
Costo cata: de 100 a 170 soles por persona (varía dependiendo los vinos ofrecidos).
Cupos limitados. Reserva con previo pago
Horario de conciertos: sábados de todas las semanas. Ingreso libre
Contacto: [email protected]
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