La infatilización del cine

Sobre la última película de superhéroes, La Era de Ultrón, dirigida por Joss Whedon.

Un fenómeno que los sociólogos han descubierto hace algunos años es la constante disminución de la edad del “espectador promedio” de películas de cine. El dato sería irrelevante si no fuera porque es a ese “espectador promedio” al que están dirigidas las más grandes producciones, aquellas que pretenden obtener grandes ingresos. Una de las más irrefutables pruebas de este fenómeno es la moda de las películas basadas en superhéroes de comics. Recientemente se ha estrenado en Lima la más ambiciosa de estas películas: Los vengadores. La era de Ultrón, que reúne a los más importantes superhéroes de Marvel y con la que su director, Joss Whedon (New York, 1964), espera superar su gran éxito anterior de Los vengadores (2012), la tercera película más taquillera de todos los tiempos.

Los superhéroes son una especie de fantasía compensatoria ante muchos de los problemas de la adolescencia, como los sentimientos de frustración e impotencia que producen los primeros enfrentamientos con el duro mundo real. De ahí los “poderes” de estos personajes. Y de la adolescente necesidad de ser aceptado por sus semejantes, nacen estas agrupaciones de superhéroes, siempre tan exitosas entre los jóvenes lectores de comics, y ahora entre los cinéfilos. La era de Ultrón reúne, entre otros superhéroes, a Iron Man (interpretado por Robert Downey Jr.), Hulk (Mark Ruffalo), Capitán América (Chris Evans), Thor (Chris Hemsworth) y Viuda Negra (Scarlett Johansson), cada uno de los cuales cuenta ya con su propia saga de películas. El enemigo de turno es Ultrón, un robot (con la voz de John Spader), creado por los propios Vengadores con la finalidad de proteger al mundo.

Uno de los mayores retos que han tenido los responsables de las películas de superhéroes ha sido darle a las historias al menos una “apariencia” de realidad, para que resulten aceptables para los espectadores adultos. En ese sentido, hay que destacar la trilogía de películas de Cristopher Nolan: Batman inicia (2005), El caballero de la Noche (2008) y Batman asciende (2012), que reformularon toda la saga de Batman.

En La era de Ultrón, Whedom no se complica tanto, y prefiere simplemente “humanizar” un poco a sus personajes, a través de conversaciones de bar (en las que el humor y la fanfarronería machista afloran), pequeños flashbacks a sus complejas historias personales (recuerdos que manipula la malvada Bruja Escarlata) y hasta un romance entre la Viuda Negra y Hulk, una versión moderna de la historia de “La bella y la bestia”.

Pero el centro de interés de la película son las espectaculares secuencias de acción, que sin embargo no llegan a ser especialmente notables. Son cuatro estas secuencias, y en tres de ellas se produce el enfrentamiento entre el bien y el mal (la otra es la lucha entre dos superhéroes: Hulk y Iron Man); pero eso sí, en todas ellas se destruye alguna ciudad, algo que se ha vuelto un tópico recurrente dentro del cine norteamericano actual, y que algunos han asociado psicoanalíticamente con la “compulsión de la repetición” de la tragedia del 11-S. En todo caso, si usted tiene que llevar a sus hijos a ver La era de Ultrón, vaya al mejor cine y a una función 3-D. Su niño interior se lo agradecerá.

11 - May - 2015