El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
España distingue a uruguaya Ida Vitale y homenajea a peruano Germán Belli. Dentro de la literatura escrita en español, suele haber un movimiento pendular entre Hispanoamérica y España en cuanto a la primacía literaria. Así, en algunas épocas la novela latinoamericana resulta mucho más interesante que la española (como en la década de 1970, la del boom), y en otras es la española la que se impone claramente (como en los años noventa). Algo similar sucede con la poesía, cuya primacía en este momento parece estar en el continente americano, pues entre los últimos ocho premios Cervantes (el Nobel en lengua española) hay tres poetas latinoamericanos —el argentino Juan Gelman (2007), el colombiano José Emilio Pacheco (2009) y el chileno Nicanor Parra (2014)–, y solo un poeta español: José Caballero Bonald (2012).
Una de las noticias literarias más importantes de ayer confirma esa tendencia. A la poeta uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923) le ha sido otorgado el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2015. Como se sabe, este premio (dotado con una bonificación económica de 50,000 dólares) es otorgado por la Universidad de Salamanca a poetas que escriben en idioma español o portugués, tanto en Europa como en América Latina. El objetivo del Premio Reina Sofía es reconocer el conjunto de la obra de un autor vivo que por su valor literario constituye un aporte al patrimonio cultural común de Iberoamérica, España y Portugal. Entre los ganadores de este premio en los últimos diez años destacan el nicaragüense Ernesto Cardenal, la cubana Fina Marruz, Juan Gelman, José Emilio Pacheco y la peruana Blanca Varela.
Con 91 años de edad, Ida Vitale es desde hace mucho tiempo una de las poetas más respetadas y admiradas de toda Latinoamérica. Formó parte de la llamada “generación de 1945” de escritores uruguayos, a la que también pertenecieron Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti y Ángel Rama, con quien estuvo casada. Profesora de profesión, Vitale comenzó a escribir poesía a partir de su lectura de las obras de dos grandes poetas uruguayas de inicios del siglo XX: Delmira Agustini y María Eugenia Vaz Ferreira. Sus primeros poemarios fueron La luz de esta memoria (1949) y Palabra dada (1953), que la presentaron como una poeta esencialista y casi hermética, pero sin llegar a caer en abstracciones ni retoricismos. Hace apenas una semana a Ida Vitale se le otorgó también el Premio Internacional Alfonso Reyes, por su amplia trayectoria literaria.
Otra prueba del interés con que se sigue en Europa a la poesía Latinoamericana es la serie de cuatro homenajes al poeta peruano Carlos Germán Belli (Lima, 1927) que se está desarrollando en España, entre el 19 y 22 de mayo, en instituciones culturales tan prestigiosas como la Casa de América, el Instituto Cervantes y el Centro de Estudios Iberoamericano. Entre los participantes en estos eventos están nuestro Nobel Mario Vargas Llosa y José Caballero Bonald, el poeta vivo más importante de España. Bonald dijo en uno de estos homenajes: “A Belli le he leído más que hablado, he conversado con sus versos y ambos compartimos cosas… Los dos somos los poetas más viejos de nuestros países. Sin embargo, él es una isla desierta, un autor inclasificable. Su voz es un alegórico hermetismo que se mueve entre la aspereza y la ternura”.
20 - May - 2015
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