El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
Son incontables las obras de teatro que están escena hoy en día en nuestra capital junto, y también sus temáticas: desde las expuestas en 15 minutos en el Microteatro de Barranco hasta las que duran dos horas en el teatro del centro comercial de Plaza Norte. La historia del teatro y la dramaturgia en Lima es vasta, mas no conocida en su totalidad. Hay un escritor y dramaturgo peruano que nació en plena reconstrucción del país, empezó su carrera en plena revolución dadaísta en Suiza y falleció luego de la revolución cubana, y que es considerado uno de los más importantes de nuestro país durante el siglo XX: Felipe Sassone, quien falleció hace exactamente 60 años.
Se sabe poco y nada de este dramaturgo. Parece que una vez que falleció, su extendida fama en Europa terminó decayendo. Se sabe que nació el 10 de agosto de 1884 y que tuvo en su familia una gran combinación de culturas: su padre italiano y su madre peruana, de ascendencia sevillana. A causa de ello es que en su niñez y adolescencia termina en varios lugares del mundo: desde Nápoles hasta Chile, hasta que vuelve al Perú para estudiar. A pesar de haber empezado Dramaturgia en la Universidad de San Marcos, no llega a contentarse y termina sin una carrera. Aun así, siempre mostró un gran interés por el arte: desde el canto hasta la literatura; esta última resultó su primera (y luego inerte) profesión. Fue años más tarde que empezó a consolidar su prestigio con las publicaciones de España, madre nuestra (1938) y La rueda de mi fortuna (memorias, 1958), que fue publicado en el diario El Español manejado por los franquistas, dando cierta impresión de que Felipe, de una u otra manera, simpatizaba con Franco.
Junto a la literatura también fue un gran apasionado por la tauromaquia, y uno de sus objetivos fue convertirse en torero, aunque terminó desechándolo, ya que se exigía gran cantidad de valentía, que nunca la tuvo. Estableciéndose en Madrid, en 1906, terminó escribiendo crónicas taurinas y cuentos que se publicaban en diarios como El Español, antes mencionado, y poco a poco también haciéndose un espacio en el campo literario. Y sin dejar de lado las noches de parranda, como lo comentaba el escritor Juan Cantavella Blasco, quien afirmó, en un artículo dedicado al escritor peruano, que Sassone era alguien que buscaba el éxito sin necesidad de realizar muchos esfuerzos.
Poco a poco siguió creciendo mediante la escritura de versos y crónicas taurinas en El Nene. Luego de trabajar en Argentina, con una compañía de comedias, empieza a aparecer en El Cuento Semanal, una publicación con cuentos cortos, en donde empezaría a publicar sus obras de teatro, influenciado por las salidas nocturnas y la vida bohemia. La primera, De veraneo, fue publicada en 1910, iniciando de esa forma su recorrido por el mundo teatral, que comenzaba a tener buena acogida en Latinoamérica.
A pesar de haber sido considerado un artista de renombre para su época –incluso tuvo relaciones interpersonales con el premio nobel de Literatura Jacinto Benavente y el ex presidente Augusto B. Leguía–, nunca pudo ganar un premio importante por su trabajo. Se casó dos veces, siendo la segunda la más larga, con la actriz María Palou, quien también era quien daba vida a sus principales personajes, acabando el matrimonio con la muerte de María, años antes de la de Felipe. Las 26 obras teatrales junto a 21 cuentos y dos novelas son lo que mejor resumen al periodista y dramaturgo peruano quien, a pesar de la gran cantidad de veces que pudo venir al Perú, sea para presentar sus obras o desarrollarse, tuvo a la cultura española como la principal en su vida.
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