Editorial Cultura

Cerati: No hacen falta vitaminas

A cinco años de la muerte del rockero argentino

Cerati: No hacen falta vitaminas
  • 03 de septiembre del 2019

 

“Poder decir adiós… es crecer” Es el último verso dicho por Gustavo Cerati en la canción “AdiÓs” de su disco Ahí vamos lanzado en el 2006. La frase fue repetida aquel 4 de setiembre del 2014 cuando, luego de cuatro años y cuatro meses de estar en coma inducido, el ex líder de Soda Stereo falleció dejando de luto al rock latinoamericano. Fue un día para el que, inconscientemente, todos los melómanos y fans del conjunto y del compositor argentino estábamos preparados, ya que se sabía su condición de salud. Y aun así nos chocó, porque perdimos esa última esperanza de verlo en vivo una vez más. 

Hablar de Gustavo Cerati es hablar de Soda Stereo, y en consecuencia, del mejor grupo de rock latinoamericano de todos los tiempos en opinión personal. Fue en la Universidad del Salvador donde conoció a Zeta Bossio, el bajista del conjunto argentino; y a Charly Alberti a través de una reunión luego de hablar con él vía telefónica, ya que este estaba enamorado de la hermana de Cerati. Empezaron a tocar en fiestas de amigos en 1983 y lanzaron el primer disco en 1984. Eso los llevó a una ardua pero exitosa carrera que daría frutos en el largo plazo, ya que, como señala Marcelo Fernández Bitar (periodista y autor de Soda Stereo: La Biografía total), en lo que más invirtió Soda fue en su estética y espectáculo. eso les hizo perder dinero en un inicio, pero permitió crear una experiencia única para los espectadores.

Soda Stereo

Toda esa tendencia de mantener vestimentas y cortes exagerados era algo adelantada para la época, puesto que en entonces el rock latinoamericano no tenía grandes exponentes más allá de Carlos Santana; y Argentina se caracterizaba por un estilo más suave que coqueteaba mucho con el folk y el Jazz, tales como los casos de Almendra (el primer conjunto de Luis Spinetta), Los Gatos y Sui Generis. Luego fue cuando empezó a tener sonidos más pesados con Virus, Los Violadores y Los Twist, a causa de la explosión punk y new wave tal como señala Fernández Bitar. Fueron grupos que salieron a la escena años antes de Soda y terminaron de influenciar a Gustavo, que era gran fan de Sex Pistols y The Police. 

Luego con Soda separado en 1997 y Cerati con dos álbumes en solitario desde 1993, el estilo cambió completamente, pasando a apegarse más a lo progresivo y psicodélico, dejando la base pop y ska a un lado, tal como pasa en Siempre es hoy (2002) y Fuerza natural (2009). La imagen de Cerati fue una con Soda y otra como solista, llegándose a notar tanto en sus conciertos como en su estética. Pensamos que quiso construir diferentes experiencias para cada cosa; algo rescatable porque luego de la separación de los grupos más exitosos(caso Oasis en el 2009) a los integrantes que siguen como solistas se les sigue asociando a sus trabajos anteriores todo el tiempo. 

El paso de Soda Stereo por el Perú nunca pasó desapercibido. La primera vez fue en 1986 en plena gira Signos, y ya tenían gran fanaticada, puesto que el Fernández Bitar señala que, en plena entrevista con Radio Panamericana, habían cerrado las calles por la gran cantidad de fans que esperaban a Cerati y Soda, para que les dieran autógrafos y fotografías. Luego volvieron para la giras Canción Animal y Sueño Estéreo, y también en el 2007. Y Cerati como solista llegó en el 2003, 2006 y finalmente en el 2010, con Fuerza Natural, en el Estadio San Marcos. 

La misma gira solista del 2010 continuó hasta el 15 de mayo de ese año, día que dio un concierto en Caracas y al volver a los vestidores empezó a señalar que se sentía mal. Pálido creyendo que era víctima de un infarto, lo llevaron a la clínica, donde tres días después confirmaron que fue un Accidente Cerebrovascular. Y así estuvo, en un sueño profundo hasta que despertó en el más allá, aquella amarga mañana del 4 de septiembre. Días luego del ACV, el doctor Elmer Huerta culpó al cigarrillo por aquel percance, ya que Cerati era un gran adicto al tabaco, y llegaba a fumar 40 cigarrillos al día. Algo que hacía desde los 18 años, según su ex esposa Cecilia Amenábar, modelo chilena con la que tuvo a sus dos hijos Benito y Lisa. No alcanzará este espacio para hablar de la importancia de Cerati. Solo queda decir que el rock en español no hubiera sido nada sin Cerati, y sin toda la gente que siguió promocionando a Soda. Algunos (como quien redacta) siguen hasta hoy. ¡Gracias Totales!

 

  • 03 de septiembre del 2019

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