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Uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX
Le bastaron un libro de cuentos y una novela corta para ser considerado uno de los mejores escritores latinoamericanos del siglo XX. Juan Rulfo, el autor del que hablamos, nació hace exactamente cien años, el 16 de mayo de 1917, motivo por el cual hoy se le recuerda en todo el continente; y muy especialmente en México, su patria. Rulfo llevó la llamada “novela de la tierra” (equivalente a nuestra novela indigenista) a una nueva dimensión, a la vez que introdujo las nuevas técnicas narrativas del “modernismo” anglosajón (Joyce, Faulkner & Cía). Lo que en el Perú hicieron Arguedas y Vargas Llosa, respectivamente, Rulfo lo hizo solo en México, en en poco más de doscientas páginas..
Juan Nepomuceno Pérez Rulfo Vizcaíno nació en la ciudad de Sayula, en el estado de Jalisco. Quedó huérfano a los once años de edad, por lo que tuvo que vivir en un orfanatorio en la ciudad de Guadalajara. Al terminar su etapa escolar, viajó a Ciudad de México para estudiar en el Colegio de San Ildefonso. En esa época también comenzó a publicar relatos en diversas revistas. En 1938 entró a trabajar en la Secretaría de Gobernación, lo que lo llevó a viajar por todo México, y como producto de esos viajes nació en él la afición por la fotografía, que lo acompañaría el resto de su vida. Posteriormente trabajaría como agente viajero para una importante compañía internacional, en el período 1946-1952, que es justo el de la creación de los cuentos que reunió en el libro El llano en Llamas (1953).
Los cuentos de El llano en llamas tienen como protagonistas a campesinos de las zonas más pobre y áridas de México. Rulfo hace que sean los mismos personajes quienes cuenten sus historias, utilizando su peculiar vocabulario y forma de hablar. Pero no se trata de una reproducción “fotográfica” del habla de estos campesinos, sino de una laboriosa recreación cargada de poesía y belleza literaria. Y además nos entrega una versión fidedigna de los mitos y la cosmovisión de esos campesinos, marcada por el pesimismo y la pobreza extrema. Así, relatos como “Macario”, “Diles que no me maten” o “Es que somos muy pobres”, parecen en algunos momentos ir más allá del realismo imperante en ellos.
Pero la obra maestra de Rulfo es, sin duda, la novela Pedro Páramo. Se trata de un relato extraño: la historia de Juan Preciado, un joven que viaja al ficticio pueblo de Comala (que ya había aparecido en varios de los cuento de El llano en llamas) a buscar a su padre, Pedro Páramo. A pesar de que Preciado llega a hablar con algunas personas, Comala parece ser un pueblo fantasma en el que solo deambulan las almas en pena de sus antiguos habitantes. Así, Rulfo se convierte en uno de los precursores del realismo mágico, quince años antes de que Gabriel García Márquez publicara su novela Cien años de soledad. Pero Pedro Páramo es una obra mucho más compleja en lo que respecta a la trama, llena de elipsis y saltos en el tiempo, y una gran diversidad de “niveles de realidad”. Todo ello le ganó el reconocimiento inmediato, tanto críticos como de escritores. Desde Borges y Carlos Fuentes hasta el propio García Márquez han considerado a Pedro Páramo como una de las más importantes novelas de nuestro tiempo.
Después de publicar esos dos libros Rulfo no abandonó la escritura, pero estuvo más dedicado a crear guiones de cine, al principio como colaborador del mítico director Emilio “El Indio” Fernández. Pero sus dos libros de narrativa le valieron para obtener reconocimientos tan importantes como el Premio Xavier Villaurrutia (1956), el Premio Nacional de Literatura de México (1970) y el Premio Príncipe de Asturias (1983). Murió el 7 de enero de 1986, a los 68 años de edad, pocos meses después de hacer una gran muestra retrospectiva de su también valioso trabajo fotográfico.
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