El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
Como parte del Programa de Formación de Públicos (una iniciativa del Gran Teatro Nacional), y en cooperación con el British Council (organización internacional del Reino Unido que impulsa las oportunidades educativas en más de cien países) se realizaron el año pasado dos talleres de artes expresivas, en los que intervinieron 50 adolescentes de Lima y Callao. A partir de esa experiencia, la reconocida escritora y dramaturga británica Nell Leyshon escribió una pequeña obra teatral, de naturaleza didáctica, inspirada en los intereses y problemas de esos jóvenes peruanos. La obra, titulada Barro, ha sido llevada a escena por la directora Vanessa Vizcarra, con la colaboración de Fernando Castro y Diego Sakuray, ambos de la compañía de Teatro Físico, y actualmente puede verse en el Gran Teatro Nacional.
Barro es una historia breve y sencilla, la de cinco jóvenes compañeros de escuela: Fran; Miguel, Valeria, Alejandro y Barro. Los cuatro primeros ensayan para la elección del grupo de baile del colegio. Alejandro y Valeria practican la danza clásica; mientras que Fran y Miguel, la danza urbana. Todos ellos saben que esta elección es una gran oportunidad, pues la pareja ganadora se presentará en el GTN. Pero mientras están en los preparativos para la jornada decisiva, llega al colegio un nuevo y misterioso estudiante, todo cubierto de barro, al que llaman simplemente así, “Barro”. ¿Es Barro hombre o mujer? ¿Por qué no parece tener libros, cuadernos ni ninguna otra cosa? ¿Si es un estudiante pobre, qué hace en ese colegio de clase media?
Así, con su indefinición y extraño aspecto, Barro (interpretado eficientemente por Verony Centeno) se convierte en una presencia incómoda para los otros cuatro estudiantes, quienes comienzan a verlo como una personificación de sus miedos y prejuicios más personales. El primero de ellos es obviamente el racismo: Barro debe ser un migrante andino, como los que pueblan los conos que circundan la ciudad de Lima. Y en ese caso, lo que suelen hacer los jóvenes es excluir y humillar a ese “otro”. La indefinición sexual, también provoca que afloren entre estos estudiantes algunos de los prejuicios más propios del machismo limeño. Pero lo más interesante es la diferencia entre las reacciones de esos cuatro estudiantes, que van desde el rechazo abierto por parte de Miguel hasta la empatía y solidaridad de Alejandro.
Vizcarra ha optado por una puesta en escena minimalista, en la que solo se utilizan unas cuantas carpetas. Eso sí, se aprovechan algunos de los recursos del GTN, desde la impecable iluminación y los efectos de sonido hasta la proyección de videos detrás de los actores. Además, tanto antes como después de la función hay una serie de actores que se desempeñan como “animadores”, para introducir a los jóvenes espectadores en la reflexión sobre la diversidad cultural en el Perú, con sus ventajas y problemas para nuestra sociedad. En suma, Barro es una propuesta sumamente original e interesante, didáctica pero a la vez fresca y dinámica.
Esta obra se presenta como parte del Festival de Artes Escénicas (FAE) Lima 2018 , que actualmente se está desarrollando simultáneamente en el Gran Teatro Nacional, el Teatro Británico, el Centro Cultural de la PUCP y el Teatro Peruano Japonés, entre otros, hasta el domingo 11 de marzo.
COMENTARIOS