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Uno de los mejores periodistas políticos peruanos del siglo XX
El día de ayer el periodismo político peruano sufrió una gran pérdida: Alfonso Baella Tuesta, conocido por su valerosa labor de defensa de la democracia y la libertad, falleció en Lima, a la edad de noventa años y víctima de una larga y penosa enfermedad. Su importante legado incluye su labor de periodismo político el diario El Comercio, la fundación y dirección del semanario El Tiempo (1975), diversos programas políticos de televisión, siete libros y su aporte como congresista de la República entre 1996 y 2000. Atento y crítico observador de más de medio siglo de la historia política peruana, fue condecorado en 1984 con la Orden del Congreso de la República por su defensa de la libertad de expresión durante la dictadura.
Abogado formado en la Universidad de San Marcos, Alfonso Baella se graduó con una tesis sobre la Ley de Partidos Políticos. Pero pronto lo ganó el periodismo, y ya en 1949 fundaría el semanario El Popular, clausurado por el dictador Odría. Su espíritu rebelde y la calidad de sus textos lo llevarían hasta el diario El Comercio, donde a partir de 1957 fue jefe de la sección política. En ese cargo lo encontró el golpe militar de octubre de 1968, que puso en el poder al general Juan Velasco Alvarado. Desde el primer momento Baella fue uno de los más duros críticos de esa dictadura, lo que hizo que Velasco confiscara los diarios de circulación nacional, entre ellos El Comercio, el 27 de julio de 1974. Tras la confiscación Baella fue literalmente perseguido por la dictadura, lo que lo llevó a él y a toda su familia a exiliarse en Venezuela.
Tras la caída de Velasco, la dictadura militar continuó bajo el mando del general Francisco Morales Bermúdez, no tan autoritario y menos izquierdista que Velasco. Baella aprovechó la coyuntura política para regresar al país y fundar y dirigir su propio medio, la revista El Tiempo. Pero ni la experiencia del exilio le hizo perder a Baella la vehemencia en la defensa de la democracia y la libertad. Por eso, el semanario El Tiempo fue clausurado siete veces por el dictador de turno, y Baella eventualmente fue enviado al exilio. Todo ello cambió con el retorno de la democracia en 1980 y la consecuente devolución de los diarios a sus legítimos dueños. Baella volvió a la jefatura de la sección política de El Comercio y también se le abrieron las puertas de la televisión. Así tuvo a su cargo los recordados programas Frente a frente, Cámara Acción y Los caminos del poder.
Los años ochenta en general fueron los del mayor reconocimiento de la labor periodística de Baella, incluyendo la ya mencionada condecoración por parte del Congreso. Pero fue durante los años setenta que libró sus más duras batallas políticas. Así lo atestiguan los libros que escribió y publicó en esos duros años, como El poder invisible, una dura crítica al gobierno de Velasco; El miserable, que narra diversos sucesos, como la toma de los diarios; y El secuestro, que cuenta su deportación a Argentina en 1978, acompañado de una serie de líderes políticos enemigos de la dictadura. Otros libros suyos son ¿Qué pasa?, Prensa Libre, Libertad de Prensa y ¿Qué fue del Referéndum? Con la muerte de Alfonso Baella Tuesta hemos perdido a uno de los mejores periodistas políticos peruanos del siglo XX.
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