Arturo Valverde

Usted se llama Jean Valjean

La dramática presentación de uno de los grandes personajes literarios

Usted se llama Jean Valjean
Arturo Valverde
20 de febrero del 2024


A Jean Valjean deberían darle un premio por la entrada más emocionante en una novela literaria. No solo porque uno debe leerse el primer libro –
Los miserables se compone de una veintena de libros–, para descubrir al personaje deambulando en la población de Digne, en la noche; sino tambien porque su aparición es de película.

Valjean se describe a partir de la mirada de los vecinos y curiosos. Son aquellos, los ojos del pueblo, quienes aproximan al lector a él. “Los pocos vecinos que estaban en ese momento asomados a la ventana o en el umbral de la puerta de su casa miraban a aquel viajero con algo de inquietud”, relata Victor Hugo, como quien se alista para el momento estelar y crucial en que aparecerá Valjean. 

Pero hasta que Victor Hugo llame por su nombre a Jean Valjean, este será solo un viajero, un hombre, un desconocido, que toma mayor presencia en la historia. “Nadie lo conocía. Estaba claro que no era solo alguien que fuera de paso. ¿De dónde venía? Del sur. Quizá de orillas del mar”, nos adelanta. 

Ese desconocido Valjean sale y entra de una posada a otra, busca dónde comer, dónde dormir; ha caminado tanto, que su apariencia es la de un hombre cansado. Encuentra una posada, y aunque al inicio el posadero lo recibe con la cordialidad con la que trataría a cualquier otro de sus clientes, su trato cambia de forma radical después de leer un mensaje que le trae un niño que vuelve del ayuntamiento.

Se acerca el momento en que Victor Hugo revelará la identidad del desconocido, del viajero, de ese hombre a quien el posadero le niega comida y un lugar donde dormir, a pesar de que podría atenderlo. Y aquí podríamos plantearnos una interrogante: ¿Quién es el más indicado para presentarnos a Valjean? ¿El posadero? ¿Alguno de los clientes que se entretienen en la posada? ¿El niño mensajero?

El indicado es el posadero, que le dice: “Mire, vamos a dejarlo estar. ¿Quiere que le diga cómo se llama? Se llama Jean Valjean. Y ahora, ¿quiere que le diga quién es? Al verlo entrar, me he maliciado algo y he mandado a alguien al ayuntamiento; y esto me han contestado. ¿Sabe leer?”. Aquí, Jean Valjean, no solo queda al descubierto, sino que es amenazado por el posadero de revelar más que su nombre, por eso le ha dicho: “¿Quiere que le diga quién es?”. 

A partir de ese encuentro, el desconocido adquiere una identidad, un nombre, y aun cuando se eleve como alcalde o caiga al mar y lo den por muerto, jamás podrá dejar de llamarse Jean Valjean.

Arturo Valverde
20 de febrero del 2024

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