Darío Enríquez
Sunedu y la calidad de la educación universitaria
¿Más burocracia para los problemas que la burocracia no sabe resolver?
En el debate serio sobre la educación superior hay consenso –salvo pocas excepciones, de personas interesadas en seguir obteniendo pingües ganancias– de que las universidades peruanas deben elevar su calidad. El problema es cómo lograrlo. Con casi una década de creación, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) pretendía enfrentar tal problema desde el Estado. Entre las diversas responsabilidades que se definen para la Sunedu, dos de ellas son las más importantes: a) Otorgar o denegar el licenciamiento a las universidades y sus respectivas filiales; b) Administrar el Registro Nacional de Grados y Títulos.
Desde el principio, el directorio de Sunedu fue controlado por el Poder Ejecutivo (Ministerio de Educación) y eso convirtió potencialmente a esa superintendencia en un complaciente instrumento a favor de “clientes”, o en un arma arrojadiza en contra de enemigos políticos (los corruptos no tienen amigos). No hay una explicación lógica de que se haya otorgado licencia a la UCV y se le haya denegado a UIGV, UAP y otras. Algo que tampoco cuadra con la mínima lógica es que se otorgue licencia a una universidad y no se evalúe de facultad en facultad. Es más que obvio que algunas universidades tienen facultades que sí califican y otras que no; en ningún caso se conoce que haya habido esa diferenciación en el resultado final.
A nuestro entender, Sunedu debió centrarse en el Registro Nacional de Grados y Títulos. El otorgamiento o denegación de la licencia debió realizarse mediante evaluación de una entidad internacional calificada. Para Sunedu quedaría la labor de emitir periódicamente una lista con las entidades internacionales calificadas para la certificación. Lo que hoy hace la Sunedu en el tema de otorgamiento o denegación de licencia abre lamentablemente un espacio inmenso para la corrupción, crematística para los "clientes" y política contra los enemigos, todo bajo control y abuso sin límites del Poder Ejecutivo. Es lo que siempre sucede cuando se entrega demasiado poder a una instancia burocrática estatal, en especial si este poder es discrecional. Si se corrompieron o no, queda a las investigaciones; pero hay muchos indicios. Combatir la corrupción en el aparato estatal tiene mucho que ver con evitar la entrega de tanto poder a la “burocracia salvaje”.
En Sunedu se cuenta con el Registro Nacional de Trabajos de Investigación (Renati) como complemento del Registro de Grados y Títulos. Como indicamos, es la labor principal directa que debió asignarse a la Sunedu. Hoy el registro de grados y títulos son independientes de los trabajos de investigación que los respaldan. El registro del trabajo de investigación es opcional en muchos casos. La ausencia de un trabajo de investigación relacionado a un grado o título debería merecer que tal grado o título ingrese “con observaciones”.
¿Cómo deberían registrarse los grados, títulos y tesis en Sunedu? Es sencillo hacerlo con no más de 50 empleados, 11 veces menos de los 550 que encontramos hoy allí. Simplemente se registra el título con una traducción interna (si fuera el caso) del diploma o certificado y se liga al trabajo de investigación correspondiente. Si en caso éste no existiese (algunos trabajos de investigación son muy antiguos, los grados y títulos se otorgaron bajo el amparo de bachillerato automático o cosas parecidas), este hecho debe constar en el Registro e indicarse "con observaciones”, siendo estas observaciones de carácter público, accesible para todo ciudadano que consulte el repositorio.
Cuando registramos nuestras tres tesis en Sunedu , a nosotros nos dieron la opción de impedir que nuestros trabajos de investigación se hagan públicos, lo cual como opción fue correcta. No mostramos ninguna reserva y aceptamos, pues nuestras tres tesis se encuentran en Google Scholar y otros repositorios abiertos. Hubiera sido igualmente correcto que nos negáramos. En todo caso, la negativa debiera hacerse pública bajo el epígrafe de "protección a derechos de autor" u otra explicación dada por el tesista. Hoy bastaría consultar el Registro de Grados y Títulos de Sunedu para tener la información completa y pertinente en cualquier título o grado, junto con el trabajo de investigación, la anotación de que el autor no acepta se haga público su trabajo o la ubicación física del ejemplar original, entre otros datos importantes.
Respecto de la tesis de Patricia Benavides, fiscal de la nación, esperemos que las idas y venidas en el registro de sus grados y títulos se aclaren pronto. Pero que no se haga sólo con ella, sino también con la larga lista de altos funcionarios del ministerio público, de la judicatura, políticos prominentes y periodistas que tienen mucho que explicar sobre grados y títulos que ostentan pero no tienen u obtuvieron de manera poco transparente. En el Registro de Grados y Títulos de Sunedu debe haber una fuerte conexión entre grado, título y trabajo de investigación.
Otro tema más complejo aún es una revisión por calidad. He tenido la ocasión de revisar al detalle algunas tesis de las instituciones más prestigiosas del Perú y es vergonzoso que hasta tengan errores de ortografía y redacción, sin contar con una deficiente aplicación de estándares para citas y bibliografía, entre otras linduras. La desburocratización y la posible despolitización de Sunedu es fundamental para repotenciar el cumplimiento de sus fines.
COMENTARIOS