¿Somos improvisación?

Sobre el apoyo de Somos Perú a la candidatura de Acuña

La agrupación política denominada Somos Perú, del recordado Alberto Andrade, ha decidido apoyar al candidato Cesar Acuña en su emprendimiento por lograr la presidencia de la República. Acuña, con serias denuncias en su contra y con -según sus términos- “plata como cancha”, pretende lograr la presidencia sin articular al menos una idea de manera adecuada. No hemos escuchado propuestas ni planteamientos concretos y fundamentados. Nada.

Detrás de esta decisión de Somos Perú especulamos que existe la intención de no desaparecer como agrupación. De esta forma, el apoyo a Acuña parece una decisión tomada por necesidad más que por convicción. Es lamentable, sin embargo, que las agrupaciones deban renunciar a una línea de principios éticos o a un ideario determinado por la mera necesidad de no pasar al olvido.

Seguramente Somos Perú, a decir de las encuestas, logrará posicionar a algunos congresistas gracias a la alianza con Acuña –no podemos especular cuántos porque desconocemos el arreglo que existirá con Acuña respecto de los cupos para la lista parlamentaria- pero, así logre ganar algunos escaños, lo que habrá perdido será mayor. Somos Perú ha perdido la imagen de partido principista para dejar la impresión de ser improvisación absoluta, de ser una agrupación que, por conveniencia o por deseo de supervivencia, se alinea con quien sea.

Alberto Andrade era un hombre de ideas claras, coraje y decisión. Era un hombre valiente. A veces cometía errores, como todos los humanos, pero no se puede decir que era un hombre que dejaba de lado sus convicciones por temores. Aquel Somos Perú de Alberto Andrade no es el Somos Perú de hoy. Al aliarse con Acuña, se ha unido a una candidatura llena de sombras y, al hacerlo, ha hecho que pesen dudas sobre su propia agrupación. Al aliarse con Acuña, la línea principista que siempre tuvo Andrade pareciera haber sido traicionada.  Acuña gana un aliado y Somos Perú pierde su alma.

Por: Gustavo Rodríguez García