Si tan solo entendieran de economía

El desastre económico ocasionado por el estatismo en Venezuela

Aún quedan muchos defensores de la Revolución Bolivariana que tiene como columna vertebral al Socialismo del Siglo 21, los cuales siguen sosteniendo que las reformas planteadas por el chavismo lograron reducir de forma drástica la pobreza en Venezuela, gracias a la redistribución de la riqueza y a la nacionalización de los "sectores estratégicos". Pero la evidencia empírica, basada en datos contundentes y en la realidad cotidiana del venezolano de a pie, nos demuestran todo lo contrario.

La economía venezolana, dependiente en su integridad de la producción de petróleo, ha sido arruinada por la aplicación de políticas estatistas que se manifiestan en el comportamiento del PBI. Según cifras del Banco Mundial, el PBI venezolano ha tenido un crecimiento 50% menor al PBI de los países vecinos que tienen economías de libre mercado.

Además, Venezuela se ha convertido en el país con la mayor inflación del mundo, la cual al 2015 ya se encuentra en 108%. Si alguien necesita un dólar, debe pagar 900 bolívares por el billete en el mercado negro. Y esto continúa en ascenso.

Al existir control de precios sobre los productos de primera necesidad, se han generado graves problemas de escasez y desabastecimiento pues, como es lógico, ningún empresario va a vender a un precio inferior a sus costos de producción, fijado por el gobierno. Después de 10 años de control de precios la brecha entre estos y los costos aumentó, lo que ha llevado a muchas empresas a dejar de producir productos regulados y a dedicarse a otra cosa o quebrar. A estas alturas, el desabastecimiento ya afecta a cerca del 90% de los productos esenciales. El gobierno ha tratado de controlar limitando el tipo y cantidad de productos que se puede comprar, y también los días en los que se puede ir de compras, a través de cartillas de racionamiento, al más puro estilo del “paraíso” comunista cubano. Es chavismo nunca podrá entender que la ley de la oferta y la demanda es como la ley de la gravedad, no se puede cambiar por decreto en virtud de la “justicia social”.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revelado otro dato alarmante: Venezuela tiene la mayor recesión del mundo. Su PIB se hundirá un 10% al finalizar el 2015 y otro 6% adicional en el 2016.

Todo esto ha ocasionado un aumento notable de la pobreza. El índice de pobreza ha ido creciendo desde el 45,4% hasta el 76%. Según la Encuesta Condiciones de Vida en Venezuela del 2015, hoy el 49% de los hogares venezolanos viven en extrema pobreza. En el 2015, los venezolanos son más pobres que cuando Chávez asumió el poder, en 1998.

Como vemos, lo único que funciona del socialismo es su efectividad para destruir la economía e incrementar la pobreza. Seguramente los caudillos que plantean reformas estatistas tienen las mejores intenciones, pero de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. A todo esto, la frase de Friedrich von Hayek (Premio Nobel de Economía 1974) resulta perfecta: “Si los socialistas entendieran de economía, no serían socialistas”.

Por: Fernando Vigil (@fernandovigilr)