Milko Ibañez

Selección natural en los tiempos del Covid-19

El político burócrata se deleita imponiendo la cadena y el bozal

Selección natural en los tiempos del Covid-19
Milko Ibañez
06 de abril del 2020


Muchas de las soluciones y mecanismos para las diferentes soluciones que se han planteado en estos días de crisis pasan principalmente por dos elecciones: El estado debe encargarse de solucionar todo mediante directrices que convierten al individuo en un mero robot cumple órdenes, o el individuo debe encargarse de sí mismo con absoluta libertad, con una única frontera, la esfera del congénere.

Si Darwin viviera, hubiera fácilmente podido sustituir su revelador viaje a la Islas Galápagos para escribir su obra sobre la evolución de las especies y la selección natural, por una atenta observación 24/7 de la televisión en estos días, analizando el comportamiento de la gente en todo el globo. Darwin hubiera llegado a la conclusión que inevitablemente, la gente que vive en Corea del Sur, Alemania, Holanda, Singapur, Japón tendría muchísimas más opciones de sobrevivir en el futuro y continuar poblando el planeta. Esto ante la repetición casi constante y cada vez más agresiva de las diferentes crisis sanitarias, ecológicas y energéticas que sacuden a la tierra; y las que se viven en Perú, China, Irán, Italia, desaparecerían.

Las claves para esto estaría en dos cosas principalmente. La primera sería cómo ejercen los individuos su libertad, y la segunda cómo un grupo de gente se cree iluminada para dirigir la vida de los demás –a través de la imposición, censura, coacción–, en vez de educar, empoderar y cuidar la libertad.

Confieso que en estos días el liberal minarquista que soy, por convicción y práctica, empezó a entender más al liberal anarquista de las sociedades del futuro. Tenga por seguro que la sanidad y destrucción de nuestra especie no está en menos Estado, sino en más de él; y en la especie que vive y medra de esa entelequia, estos son los políticos burócratas, diametralmente distintos a los políticos estadistas.

Estos últimos tratan de imaginar el futuro, y ese solo ejercicio ya es un acto de libertad, pues la imaginación es la madre de la creación. En cambio el político burócrata se deleita imponiendo el cerrojo, la cadena, el trámite, el bozal. Babea viendo como una masa zombie deja el libre albedrío y se convierte en lo más parecido a un robot.

Milko Ibañez
06 de abril del 2020

NOTICIAS RELACIONADAS >

Perú: ya casi un estado fallido

Columnas

Perú: ya casi un estado fallido

Durante los años setenta, ochenta y principios de los noventa, ...

04 de abril
Identidad nacional

Columnas

Identidad nacional

Jared Diamond –el gran científico, pensador y escritor no...

01 de febrero
Del país de las maravillas al país de las pesadillas

Columnas

Del país de las maravillas al país de las pesadillas

En esta semana tan santa y de gran júbilo para gran parte de la...

14 de abril

COMENTARIOS