¿Renovación en la prensa?

Hace unos años, no tantos en realidad, en el país ha surgido una nueva generación de periodistas. Digo periodistas en conjunto porque muchos de los rostros más resaltantes resultan que son politólogos, abogados, empresarios.

Les confieso que al principio vi con cierta alegría todo esto, porque si el Perú está en una etapa de renovación de sangre en todos los campos —político, deporte, espectáculo, etc.— entonces es lógico pensar que se extienda también a la prensa. Así como alguna vez tuvimos More, Lafferranderie, Salazar, Martínez Morosini, Igartua, Hildebrandt, luego llegaron los Bayly, Ortiz, Delta, Pérez Luna, Palacios, Medina. Y así es la ley de la vida. Todos cumplimos un ciclo. C`est la vie.

Hasta aquí todo bien. Lo malo es cuando vemos que estos nuevos rostros proyectan los mismos odios que sus antecesores. ¿A qué se debe esto? ¿Acaso es porque existe gente que necesita rostros nuevos que defiendan sus propios intereses? La derecha, así como la izquierda, siempre ha tenido su prensa. Revisen los diarios que se publican en todo el país y quiénes escriben. ¿Por qué se hace política bajo el rótulo de periodismo? ¿Por qué se deshacen honras bajo el amparo de la libre expresión?

¿Qué pasa afuera del Perú? ¿Quiénes tienen la llave de las corresponsalías en el extranjero? En un momento determinado, como una elección, cierran filas, hacen política. Los peruanos que viven en el extranjero terminan leyendo el editorial del corresponsal en lugar de la noticia. ¿Los hombres y mujeres de prensa de estas nuevas generaciones querrán repetir los errores de sus antecesores o rescatarán lo mejor de cada uno?

No creo que todos los peruanos tengan la suficiente economía y tiempo para leer todos los diarios durante todos los días, pero si lo hicieran seguro que encontrarían las diferencias en la manera en que se trata la información. No es lo mismo leer El Comercio que La República; no es lo mismo Diario Uno que La Razón. ¿Por qué? ¿Los hechos no son los mismos?

Sé lo difícil que puede ser hablar de esto, porque uno corre el riesgo de ser mal comprendido o descalificado por sus iguales. Les pido que tomen esto como la reflexión de alguien que alguna vez abrazó la misma profesión. ¿Qué opinan ustedes?