¡Que pase Vladimiro!

Veo todo lo que siguen haciéndole al expresidente Alan García en muerte, y me imagino todo el daño que le habrían infligido si estuviera vivo. Le aguó la fiesta a la izquierda que preparaba un concierto en la Plaza San Martín, le quitó el sueño a quienes creían que pasarían a la historia como los hombres que metieron preso a García, y otros tuvieron que guardar el chaleco de "detenido" en el closet. Y otros más se quedaron sin reelección porque si el líder aprista era apresado, esa injusticia hubiera sido usada para catapultar la aprobación de quienes se juran los más grandes luchadores contra la corrupción.

Desde aquél 17 de abril, la necesidad de urdir nuevos shows para mantenernos entretenidos, mientras nuestro país se paraliza, se ha vuelto más urgente que la reconstrucción del norte. No sorprende pues, para quienes así lo creemos, que se intenten incautar celulares o se busque investigar a policías que le brindaron seguridad (a García) para continuar con el show mediático. En mi opinión, es un abuso. ¿Qué pasó con el famoso "testaferro" Miguel Atala? Dentro de poco, se cumplirá medio año de la muerte de Alan García, y el país sigue esperando las tan anunciadas pruebas que demostrarían su culpa. Nunca hubo cuentas ni las habrá. 

Los antiguos griegos sabían muy bien que toda tragedia tiene un clímax y luego un desenlace. ¡No se puede sostener el clímax por cinco o 36 meses! Entonces, se revisa el guión, se cambian unas líneas en la trama y se abren las cortinas para anunciar el ingreso de un nuevo personaje en esta telenovela. Así es, parafraseando a Laura Bozzo, gritan al unísono: ¡Que pase Vladimiro Montesinos! De él hace mucho que no sabíamos nada. ¿Servirá de algo? ¿Transmitirán el interrogatorio o bastará con seguir las cuentas de Twitter de algunos telepáticos periodistas? Si yo estuviera al frente de Montesinos, aprovecharía para preguntarle si es cierto que Gustavo Mohme Seminario lo visitaba en la salita del SIN. ¿Por qué tanto show? 

Esta semana, en una entrevista, la periodista Milagros Leiva y el congresista Víctor Andrés García Belaunde alertaron sobre el pago de más de S/ 350 millones que se estaría gastando para cuidar los tubos del Gasoducto peruano. Entre 2017 y diciembre de este año, se estima que alcanzaría los S/ 370 millones, que se van en pagar vigilantes, trabajadores y otros, para tener bien cuidada la infraestructura del consorcio Odebrecht - Graña y Montero (lo comenté en mi columna "Alan tenía razón", publicada el 10/07/2019) 

Para los que tanto quieren adelanto de elecciones, según la “encuestitis”, el estadista que tanto necesita nuestro país, estaría entre Andrés Hurtado "Chibolín", George Forsyth, Salvador del Solar, Julio Guzmán. Bueno, después no se quejen, ni salgan con sus marchitas, ni terminen lavando la bandera nacional en la Plaza Mayor de Lima. 

Los jueces de las Salas Penales de la Corte Suprema han establecido nuevos criterios jurídicos para la prisión preventiva. Según leo, en lugar de sospecha grave y fundada ahora se habla de "sospecha fuerte". ¿Cuál era la “sospecha fuerte” contra Alan García? ¿Los dichos de Miguel Atala? ¿El hombre que acusa a los muertos para salvar a su hijo y a sí mismo? Hace semanas escuché a un periodista decir algo así como que la falta de pruebas es una prueba de culpabilidad. ¿Así entendemos la justicia? En fin, como diría el gran sabio Chaparrón Bonaparte: "A la gente le gusta sembrar discordia, rábanos y lechuga". ¡Sí, sobretodo rábanos! ¡Muchos rábanos!