Manuel Gago

Prisioneros de la libertad

La abstinencia es un acto sublime de la libertad

Prisioneros de la libertad
Manuel Gago
18 de junio del 2025


Estamos hundiéndonos y el fondo, al que podemos llegar, es cada vez más profundo. El culpable no es el sistema. Es la gente que no incorpora en su ser los ideales democráticos y libertarios. Tanto como la igualdad, la verdad y la justicia, la libertad es un gran valor humano. Por voluntad personal las personas pueden valerse por sí mismas amparadas en su ingenio, disciplina y perseverancia. Con libertad pueden ejercer su voluntad dentro de barreras propias haciendo llevadera toda convivencia. La voluntad es una fuerza íntima en equilibrio.

Las personas libres ejercen su voluntad alejadas de las multitudes porque estas presionan, manipulan, carcomen la voluntad individual, conducen a la gente, las hace dependientes y condicionan su supervivencia. Al apartarse de las multitudes, los hombres libres rompen las cadenas del dominio colectivo y rompen con los poderes fácticos que pretenden gobernarlos, porque los enemigos de la libertad son esclavistas, rechazan las voces discrepantes.

Ser libre no es hacer lo que nos viene en gana. Es todo lo contrario. Significa, aceptar por propia voluntad los límites establecidos por la familia y los propagados en la sociedad. La libertad personal no puede dañar la libertad del prójimo. Y así como los derechos van acompañados del deber, y la autoridad de la responsabilidad, la libertad es parte de la inalienable y soberana voluntad individual. El ejercicio de la libertad guía al hombre en lugar de dejarlo expuesto a un libre albedrío sin ruta ni destino.

El desorden, la permisividad, el desapego y la displicencia, sumados a la ignorancia y a esa profunda “naturaleza pecaminosa” y a esos “vicios del corazón”, considerados instintos nocivos, contribuyen a formar entidades ciudadanas que, en lugar de hacer avanzar, hacen retroceder a la raza humana. Esa naturaleza, vicios e instintos actúan cada vez con menos consideraciones debido a una modernidad desenfrenada. Contrariamente, repetimos, los hombres libres aceptan las normas y respetan las costumbres. Actúan contra el imperio del desorden y anarquía. Las personas, por intereses personales, no deberían alterar el desenvolvimiento social.

La libertad está mejor expresada en el comportamiento del átomo, la parte microscópica de la materia. Los electrones, en aparente caos, giran alrededor del núcleo. Una “fuerza” estabilizadora impide la colisión de los electrones. Hasta donde sabemos, esa fuerza no está definida. ¿Acaso, fuerza divina? En el plano humano, ¿es esa “fuerza” la voluntad personal que obliga a mantener los equilibrios y evita que la gente haga lo que les nace indebidamente en las entrañas? 

La libertad es sinónimo de orden, opuesto a la anarquía. Si la voluntad y sujeción son parte del ejercicio de la libertad, el desorden y la anarquía son parte de la esclavitud nociva. La permisividad extrema genera desorden e indisciplina, reduce las probabilidades de resultados previsibles. Sin orden, no hay nada previsible. Y la naturaleza se rige por un orden, todo acomodado para la sobrevivencia de la flora y fauna conviviendo con la humanidad. Solo cuando intervienen acciones distintas en los fenómenos, esa convivencia es alterada, para bien o para mal.

Todo orden tiene un principio, desarrollo y fin predecibles. Lo impredecible es el resultado del desorden. En las sociedades desordenadas, abundan las personas extremadamente libres. Por esas personas es previsible que lo imprevisible suceda de manera constante causando daños cada vez mayores. Las ideologías mesiánicas y totalitarias, el mercantilismo, las prácticas estatistas, la ignorancia, la mentira, la injusticia y todo lo que de ellos deriven erosionan las bases de las libertades individuales, políticas y económicas. 

Dicho todo esto, la abstinencia es un acto sublime de la libertad, sinónimo de sacrificios. Quienes la ejercen, lo disfrutan. La libertad se señorea en la diversidad y busca la unidad en lugar de la disputa.

Manuel Gago
18 de junio del 2025

NOTICIAS RELACIONADAS >

Yugos desiguales: una unión destinada al fracaso

Columnas

Yugos desiguales: una unión destinada al fracaso

Las alianzas políticas están en boca de todos, o por lo ...

11 de junio
El deterioro nacional avanza

Columnas

El deterioro nacional avanza

No es la primera vez ni la última que la política peruan...

04 de junio
El buque insignia de la progresía encalló en aguas apestosas

Columnas

El buque insignia de la progresía encalló en aguas apestosas

Susana Villarán, exalcaldesa de Lima, recibió aportes in...

28 de mayo

COMENTARIOS