Político-hormiga versus político-cigarra

Reflexiones sobre la próxima elección presidencial y el perfil del candidato

Cuentan que una cigarra tomaba el sol y cantaba debajo de un árbol mientras que una hormiga se dedicaba a almacenar provisiones para el invierno. La cigarra se burlaba de la hormiga mientras cantaba y esta se limitaba a seguir trabajando silenciosamente. Cuando llegó el invierno, la hormiga tenía provisiones pero la cigarra se encontró con frío y sin alimento. La cigarra, recordando las provisiones de la hormiga, fue a pedirle ayuda. La hormiga, sin embargo, negó la ayuda. La cigarra padeció un desenlace fatal.

¿Quién no ha escuchado alguna versión del cuento de la cigarra y la hormiga? Siendo tan popular la moraleja, sin embargo, parece no haber sido interiorizada. En nuestro país estamos acostumbrados que el gobierno actúe reactivamente dejando la prevención para otro momento. Así, prender el televisor y descubrir gente afectada por una inundación, huayco o cualquier otro desastre no nos sorprende. Sería sorprendente, en cambio, prender el televisor y ver que se implementa un plan de prevención para los estragos que podrían producirse en el futuro.

Lo mismo puede decirse de los conflictos sociales. El caso de Las Bambas es ejemplo de ello. El conflicto se venía gestando desde hace tiempo pero esperamos a que estalle la violencia para impulsar mesas de diálogo. Antes que impulsar una mesa de diálogo con otros sectores, el gobierno debería fomentar una mesa de silencio y reflexionar sobre las razones que están llevando al descalabro al país en tantos frentes.

La actuación del gobierno debe ser preventiva y para eso necesita instaurar una dinámica de trabajo, tanto interna como externa, que permita el monitoreo permanente y la evaluación de lo monitoreado. No podemos darnos el lujo de ser simplemente reactivos. La pregunta es: ¿algún partido político pondrá en su agenda de trabajo una discusión seria respecto de la forma en la que el Estado previene los conflictos en nuestra sociedad? ¿O seguiremos atendiendo al discurso facilista de quienes se venden como “pro-agua”, “pro-gas barato”, “pro-medio ambiente”, “pro-defensa del consumidor” y cualquier otro rótulo que, en la práctica, ha demostrado ser falaz y contrario al bienestar de la población?

En las próximas elecciones, debemos elegir a quienes nos plantean la posibilidad de tener planes preventivos y no simplemente a quienes postulan normas o estrategias reactivas que, normalmente, son más costosas y menos efectivas. Debemos elegir al candidato-hormiga y no al candidato-cigarra. 

Por: Gustavo Rodríguez García