Pánicos globales

La caída de la Bolsa de Nueva York en el nuevo “lunes negro” de anteayer podría ser el inicio del colapso de una nueva burbuja global, más grande aún que la de 2008. Solo que, a primera vista, no parece que sea el caso. Es cierto que el índice Global Dow del Wall Street Journal ha caído de 3,300 a 3,000 puntos en dos semanas; pero ese índice estaba en 2,500 puntos hace un año y subió como la espuma en su último tramo, hasta los 3,300 puntos, gracias a la impresionante reforma fiscal del presidente Donald Trump, que reduce de 35% a 21% el impuesto a la renta de las empresas.

En otras palabras, lo que puede parecer un colapso global puede no ser sino un pánico prefabricado, parcialmente inducido, para que el mercado corrija y modere su entusiasmo. Pero habrá que esperar un poco antes de emitir un juicio respecto del episodio de ayer. Por lo pronto, aunque la caída de la Bolsa todavía continúa, el dólar global en el índice del WSJ subió el viernes y el lunes; pero retrocedió el martes, indicio de que quienes cambian sus acciones de bolsa por dólares ya no están tan apurados por hacerlo.

El oro, que suele ser refugio de todos antes el pánico, no se ha movido en los últimos días. Y los bonos del Tesoro americano —otro activo de refugio— reaccionaron fuertemente al principio, pero el efecto se ha frenado ya y comienza a disiparse. De manera que posiblemente el pánico no es tal. Con todo, hay que vigilar de cerca todos estos indicadores estos próximos días.

Si usted ve que el oro comienza a subir de manera incontenible, significa que el pánico ha retomado fuerza y que todos corren a la casa del cerdito Práctico porque el lobo resopla. En tal caso, es posible que nos hallemos ante el inicio de un nuevo colapso global. Pero es improbable. Al cierre de esta columna veo que el JPMorgan Asset Management, habla de “movimiento correctivo” y de “sobrecompra”, que “no parecen el inicio de una caída importante” y “no bastan para provocar una gran liquidación de mercado”. Tanto mejor.

En lo que a nosotros nos toca, sin embargo, hay que recordar que el Perú produce oro y los pánicos globales suelen repercutir en el corto plazo en nuestro beneficio. Lo hemos visto antes.