Jorge Morelli
Noticias desde lo oscuro
La pugna económica entre EE.UU. y China podría afectarnos
El dólar parece detener su carrera alcista, y la caída del precio del oro parece detenerse. Es lo mejor que se puede decir de lo que ocurre en el mercado global ante la creencia general —aunque no tenga fundamento real— de que la FED elevará las tasas de interés en diciembre. Sin embargo, el presidente de la FED de Chicago ha hecho unas declaraciones curiosas. Ha dicho que habrá tres alzas el próximo año y que no ve mayores diferencias entre noviembre, diciembre y enero.
Los miembros de la FED suelen ser, en sus declaraciones, más oscuros que Heráclito; pero podría entenderse de las declaraciones que no hay mayores diferencias entre las condiciones de noviembre —el mes de las elecciones norteamericanas—, diciembre y enero para el alza de las tasas. Tal vez eso sea un preanuncio de que la FED ya no subirá las tasas en diciembre, como todo el mundo espera. Y quizás también de que la FED postergaría las alzas para el próximo año, y que estas serían tres a lo largo del año. Es posible. Sin embargo, en diciembre del año pasado, luego del alza que trajo graves perjuicios para todos en la economía global, dijo que subirían las tasas cuatro veces a lo largo de 2016. Y hasta el momento no pasa nada.
La FED tampoco puede confesar sin más que no elevará las tasas en diciembre de este año. El dólar se desplomaría. Por lo tanto, solo le queda el oscurantismo y la ambigüedad como recurso mediático. ¿Obedecen todas estas vacilaciones a los rumores de mayores estímulos fiscales en China? En efecto. Ante un alza del dólar, China podría devaluar nuevamente el yuan para inundar la economía americana con productos atraídos por el dólar fuerte (y subsidiados por un yuan barato).
Un cambio es que, al parecer, EE.UU. ya no decide de manera unilateral su política monetaria. No puede ignorar a los mercados emergentes. Los mensajes le llegan por todas partes. No solo económicos, sino políticos. El jueves pasado, sin ir más lejos, el presidente de Filipinas, un aliado inseparable de EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial, anunció desde Beijing su “separación” de Norteamérica y su giro diplomático hacia China. El tema es aquí la disputa con EE.UU. por la soberanía de China sobre unas islas del mar de China. Como fuere, el de Filipinas es el peor golpe que ha sufrido la política exterior norteamericana en Asia en muchos años.
Por otro lado, y en lo que a nosotros concierne, la lección es que hay que prestar atención a esta pugna, que va a tener consecuencias en los precios de los metales que el Perú exporta. Y también en la tensión entre las comunidades y las minas de los Andes; especialmente si se trata de una empresa china, como la que explota la concesión de Las Bambas.
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
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