No nieguen a su criatura

En esta difícil hora para nuestro país es imposible para cualquiera de nosotros, sea cual sea el campo en que nos desempeñemos, pretender mirar hacia otro lugar ante el escándalo de las vacunas revelado esta semana: el “Vacunagate”. Un escándalo que involucra a un hombre que, es lamentable decirlo, fue presidente de la República del Perú, Martín Vizcarra Cornejo.

A pesar de que la Constitución Política del Perú señala que un presidente de la república “personifica a la nación”, yo me rehúso a creer que un tipo como él haya podido “personificar” a un país entero, por la razón de que nadie lo eligió. Y además porque el proyecto político que puso en marcha se contrapuso a lo propuesto por su antecesor, elegido por voto.

Lo que vemos hoy es el vómito que por mucho tiempo fue forzado a contener nuestro país. Y el mérito de esa retención gástrica y amarga recae en todos aquellos que se encargaron de sostener a ese en quien se sentían “personificados”. Como cualquier organismo vivo, el Perú no pudo seguir reteniendo los jugos y el sabor amargo provocado por esta infección moral.

¿Quedarán todavía quienes sigan mostrando su respaldo público al expresidente Vizcarra, hoy candidato al congreso? A mí me gustaría ver a todos aquellos que lo defendieron mantener esa línea de defensa hasta el último día de sus vidas. Sin embargo, algo me dice que negarán a su criatura. 

Esa criatura tiene más de dos apellidos, múltiples paternidades y maternidades, que ahora se esfuerzan por borrar sus identidades de las páginas de la historia. Y como suele pasar, cuando se ejerce irresponsablemente la paternidad y la maternidad, otros serán quienes tengan que limpiar el desastre que dejó su criatura. Otros serán quienes tengan que arreglar lo que se rompió. Otros serán quienes deban unir lo que se desunió. 

Tomará tiempo repararlo todo; pero finalmente se logrará, con el esfuerzo y contribución de hombres y mujeres de buena fe. Solo me acecha una pregunta, rumbo a las elecciones de 2021, ¿tiene ya nombre su próxima criatura? Y si así fuera, ¿de qué tamaño será el desorden que generará?