Renatto Bautista
No hay nada que celebrar
Parlamento debe hacer las reformas constitucionales necesarias para la gobernabilidad

El miércoles 7 de diciembre del 2022 fuimos testigos de un intento de golpe de Estado fallido, comandado por el hoy preso Pedro Castillo Terrones. Indudablemente, este golpe de Estado fallido no pudo ser planificado y ejecutado en solitario por Castillo Terrones, pero ya sabemos que la derrota es huérfana, aunque el sentido común nos dice que sus colaboradores más cercanos, como los abogados Torres y Chávez sabían de este zarpazo al Imperio de la Ley.
Lo cierto es que el Parlamento, el Poder Judicial, el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional y las Fuerzas Armadas y Policiales no aceptaron el golpe de Estado del desgobierno de Castillo. Por ello. el Congreso, primer poder del Estado según el filósofo Montesquieu, vacó al golpista Castillo, y la policía peruana lo detuvo por la avenida Wilson, antes que llegara a la embajada de México donde pretendía asilarse al ver que su golpe de Estado había fracasado rotundamente por el nulo apoyo del Estado peruano y de la ciudadanía. Cabe mencionar que ciudadanos cerraron el pase del carro de Castillo en el Cercado de Lima mientras otros cerraron la entrada a la embajada de México en el distrito de San Isidro.
Lamentablemente, la sucesión presidencial llevó a la entonces vicepresidenta Boluarte a asumir la Presidencia de la República. ¿Por qué digo lamentablemente? Porque ella está siendo investigada por la Fiscalía por el espinoso caso de los Dinámicos de Centro (Perú Libre, del agente cubano Cerrón), ha metido a sus familiares a trabajar en el Estado, y siendo ministra de Castillo firmó un acta como presidente del Club Apurímac, cuando la Carta Magna claramente señalada que los Ministros son a dedicación exclusiva ergo no pueden representar intereses de terceros. Por consiguiente, la señora Boluarte es parte del problema, no es solución.
¿Cuál es la solución? El Parlamento debe hacer las reformas constitucionales necesarias para dar gobernabilidad al país –como volver a la reelección congresal y permitir la doble cámara– así como reestructurar al JNE y ONPE porque mientras sigan los señores Salas y Corvetto presidiendo estos organismos electorales con los que no hay garantía de neutralidad ni pulcritud electoral en el Perú.
Insisto, en este momento histórico el Parlamento debe realizar estas reformas constitucionales para liderar una transición democrática sin la señora Boluarte como encargada de la Presidencia de la República, ya que ella es una versión 2.0 de Pedro Castillo, debido a que no tiene cartas democráticas que la avalen.
P.D.: Escribo este artículo cuando no se sabe quienes serán los ministros del primer gabinete de la encargada de la presidencia, Boluarte. No escribo sobre “voceados.”
COMENTARIOS