Fernando Palomino

Nada de tibiezas, es momento de definiciones

Para garantizar el futuro de nuestros hijos y generaciones venideras

Nada de tibiezas, es momento de definiciones
Fernando Palomino
23 de febrero del 2022


“Yo conozco tus obras, que no eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueras
frío o caliente! Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te
vomitaré de mi boca”. Apocalipsis 3:15-16 

Algunos vienen perdiendo las esperanzas en medio del desgobierno en que vivimos, asombrados de la dupla Castillo-Cerrón y sus adláteres, con cuatro gabinetes a cuestas en siete meses. Muchos de sus numerosos desaciertos, que duda cabe, son intencionales; mientras la mayoría del Congreso (una oposición aún no consolidada) se mantiene en una estoica lucha para preservar la Constitución Política vigente. 

Por un lado, las encuestas señalan que tenemos un 70% de la población que no apoya el proyecto político totalitario del Gobierno; y un 30%, con tendencia a disminuir, que de alguna forma apoya al (des)gobierno de Castillo. Por otro lado, dentro de ese 70% existe un grupo muy activo, que batalla con la Constitución en las manos tanto en el Congreso y fuera de él, como modernos cruzados del siglo XXI, para preservar la democracia, las libertades fundamentales y el estado de derecho, y también hay una ciudadanía, a lo largo del territorio nacional, muy preocupada. Sin embargo, hay otros que se encogen de hombros, metidos en sus asuntos o disfrutando plácidamente del verano, esperanzados en que el Congreso, las Fuerza Armadas o un milagro divino solucionen las cosas. Hay además un grupo minoritario, unidos por la candidez e ingenuidad, que aún creen que Castillo por sí solo va a abdicar de su formación ideológica; o por acción de algún “iluminado” va a recapacitar y se va a “humalizar”. y por supuesto, un pequeño grupo de personas que actúa de mala fe. 

De lo anterior. los que más preocupan son aquellos grupos de ingenuos y cándidos y los de mala fe porque: 

Desde la asunción del gobierno de Castillo, conociendo la ideología de Perú Libre, y ante sus estrepitosos yerros (que apuntan a agudizar las contradicciones, aplicando estrictamente la receta marxista), esos grupos dijeron: “Hay que dejarlos trabajar… es muy pronto para juzgarlos… están en una fase de aprendizaje”, y todas esas excusas. Algunos intelectuales, académicos y políticos, especialmente de la progresía caviar, son claros ejemplos de ello. 

Endosan sus esperanzas a personas disque de buena fe, porque “con ellos es mejor a que se nombre en el gabinete a otros”. Como si en la historia política latinoamericana, por no abarcar otras regiones, los “personas de buena fe” o iluminados con modales democráticos hubieran disuadido a los líderes de proyectos totalitarios. Los Castro, Allende, Chávez, Maduro, Ortega y Morales son claros ejemplos de lo imposible de esas esperanzas. No ha habido ningún caso exitoso de hacer entrar en razón a los marxistas, y el gobierno de Castillo-Cerrón no será la excepción. 

∙ Su espíritu altruista y “colaboracionista” muchas veces oculta intereses personales. Aceptan los cargos en el Ejecutivo, según ellos, para combatir “desde adentro” a un gobierno marxista. Pero en la práctica, con su sola presencia avalan el proyecto político del gobierno. Nada justifica el hecho de trabajar activamente con ellos. 

A pesar de lo anterior persiste cierta insensibilidad ante lo que hace o deshace el gobierno. Especialmente en la economía: la caída de la inversión extranjera directa (que es el motor de la economía), el aumento de la pobreza y de la inflación, la reducción del empleo, la inestabilidad del tipo de cambio, la caída del consumo y la caída de la mayoría de indicadores sociales. Parece que la máxima de los insensibles es, si no me tocan y no afectan mis libertades ni mi bolsillo, no hay por qué preocuparse.

La situación es insostenible. Es momento de convocar a la resistencia de todos los peruanos que apoyamos al Congreso en su labor titánica contra el marxismo. El Perú es hoy, a no dudar, la trinchera de la libertad contra el comunismo en el mundo entero y los ojos están puestos en nosotros. Reconozcamos que nos encontramos en medio de una guerra política del marxismo contra la democracia, que tanto nos ha costado conseguir y preservar. 

El único y gran objetivo del gobierno de Castillo es convocar a la Asamblea Constituyente para imponer una nueva Constitución que restringe las libertades fundamentales, cambie del modelo económico de economía social de mercado por uno estatista y, lo más importante, les permita perpetuarse en el poder. Al final, un copy-paste de algunas constituciones caribeñas y de países regidos por el socialismo del siglo XXI. 

Ya no es momento de tibiezas, es momento de definiciones. O se está con la democracia y el estado de derecho, o se está del lado de la aventura totalitaria y su pensamiento único. Nuestra máxima debe ser defender el Perú y evitar que el totalitarismo se consolide. 

Desarrollemos pues una campaña de resistencia democrática desde nuestras posiciones y trincheras políticas. Una “Campaña de la Breña” del siglo XXI, con un liderazgo único que nos una en torno a la defensa de la Constitución Política, en un gran movimiento nacional. Solo así volveremos a respirar pronto en democracia, y no caeremos en proyectos totalitarios cuyos resultados inmensamente negativos podemos comprobar mirando dentro de la región. Más de un millón de refugiados venezolanos en el Perú son prueba irrefutable de ello. Como diría cierto historiador económico, “nada mejor que una situación de crisis para examinar los fundamentos de una sociedad y las motivaciones del comportamiento de sus hombres”. Ha llegado, sin lugar a dudas, el momento de definiciones en medio de esta profunda crisis. 

Recuperemos la esperanza de todos los peruanos y garanticemos el futuro de nuestros hijos y generaciones venideras antes de que sea demasiado tarde. De lo contrario serán inevitables el hambre y la pérdida de libertades de los connacionales, y la diáspora de nuestros talentos y juventudes, como fuera en los años setenta y ochenta del siglo pasado.

Fernando Palomino
23 de febrero del 2022

NOTICIAS RELACIONADAS >

Recesión, inseguridad ciudadana y fenómeno de El NIño

Columnas

Recesión, inseguridad ciudadana y fenómeno de El NIño

Las primeras clarinadas empezaron este verano y lo decían las p...

30 de octubre
¿Tenemos Política de Defensa?

Columnas

¿Tenemos Política de Defensa?

El Capítulo XII de la Constitución Política del P...

19 de septiembre
¿Reforma policial o de la seguridad interior?

Columnas

¿Reforma policial o de la seguridad interior?

Recientemente el Gobierno de Dina Boluarte anunció una nueva re...

01 de mayo

COMENTARIOS