Mayor opinión = mejor elección

¿Por qué muchos tienen decidido por quien NO votar, antes de por quien sí votar?

Se acerca el día de las elecciones y, a nuestro juicio, estamos frente a una campaña electoral deslucida. Las intervenciones públicas de los candidatos a la alcaldía de Lima han estado principalmente enfocadas en la anécdota y no en la propuesta. La situación es más grave en el caso de los distritos, donde, a juzgar por los resultados de algunas encuestas, poco o nada se sabe de quienes pugnan por los cargos y qué ofrecen en concreto a sus vecinos.

Quien escribe vive en Santiago de Surco y, aunque no tengo decidido por quién votaré, sí tengo definido que no votaré por el actual alcalde y candidato a la reelección por Somos Perú, Roberto Gómez. En primer lugar, desconfío de los candidatos que tienen más inclinación hacia la farándula que al trabajo serio. En todo el tiempo que vivo en el distrito no recuerdo a un alcalde que haya sido involucrado –no digo si con acierto o no- en cuestiones mediáticas “enamoradizas”, en supuestas protecciones a personajes que serían poco santos o, incluso, en una reciente denuncia sobre uso de camionetas de la comuna para hacer campaña. Desde luego, nada de eso me consta y no acuso a nadie. Simplemente no me gusta que mi alcalde sea referido públicamente por cuestiones ajenas a las obras y planes concretos que haya ejecutado.

En otros casos, me extrañan algunas candidaturas. En La Molina, recuerdo haber visto en la elección pasada al entonces candidato Zurek poner algún cartel prometiendo a un by-pass en el Óvalo Monitor. Desde luego, esto no se ha cumplido. Y cuando paso por San Isidro leo los carteles del candidato Velarde prometiendo desde “arbitrios cero” para  los mayores de 70 años hasta “estacionamientos elevados” que no sé como los construiría si piensa recortar los ingresos por arbitrios. Sería bueno que lo explique.

Si hay algo que caracteriza a estas elecciones, insisto, es la falta de propuestas. Mucho se habla de la reforma del transporte pero no encuentro planteamientos serios que impliquen apostar por estrategias rápidas de movilización, salvo algunas referencias del candidato Cornejo. ¿No es posible que el municipio provincial trabaje en cooperación con el gobierno para pisar el acelerador en la construcción de metros? No es necesario pelearse con los transportistas, simplemente hay que generar una competencia que los lleve a adaptarse o salir del mercado.

A pocas semanas de las elecciones, es paradójico que muchos tengamos claro por quién no votar pero no por quién sí votar. He insistido en que parte de problema es el sistema de sufragio obligatorio que, al crear electores cautivos, genera pocos incentivos en los candidatos por revelar información y armar propuestas concretas. La democracia no debe medirse cuantitativamente sino cualitativamente. Estas elecciones, creo, demuestran que más allá de los resultados que puedan producirse, tenemos un sistema electoral que no contribuye a formar un clima electoral de calidad.

Por Gustavo Rodríguez García
(15-set-2014)