Renatto Bautista
Lecciones costarricenses
José María Figueres y Rodrigo Chaves pasaron a la segunda vuelta

A propósito de las elecciones generales en Costa Rica formulo las siguientes reflexiones que debemos tener en cuenta si deseamos mejorar la situación en el Perú:
En primer lugar, las encuestas volvieron a fallar –como en Portugal y muchas veces en el Perú– porque son instrumentos de manipulación política, como sostengo en mi cátedra universitaria. Por ejemplo: El promedio de las encuestas daba al ex presidente José Figueres Olsen, del Partido Liberación Nacional, un 18% de los votos; pero el domingo 6 de febrero obtuvo el 27% de los votos. Estamos hablando de un 9% que ninguna encuesta vio, eso nadie lo cree factible porque no es un error estadístico.
Lo también cierto es que el histórico Partido Liberación Nacional ha recuperado posicionamiento político al volver a ser la primera fuerza política más votada en Costa Rica. Indudablemente, el Partido Liberación Nacional nos deja una importante lección: convocar a los mejores profesionales para recuperar espacios políticos perdidos. Por eso José María Figueres Olsen, exitoso ex presidente, vuelve a ser su candidato presidencial luego de 22 años de dejar la presidencia constitucional. Ojalá que los costarricenses –con inteligencia– le den una segunda oportunidad de gobierno constitucional a Figueres Olsen.
El segundo lugar fue para Rodrigo Chaves del novísimo Partido Progreso Social Democrático, que obtuvo el 16%. Chaves representa el mayor horror de las encuestas costarricenses, porque ninguna lo ubicaba en el segundo ni que superara los dos dígitos. El promedio de las encuestas le otorgaban el cuarto lugar con un magro 8%. Indudablemente, valga la redundancia, las encuestas han cometido horrores en Costa Rica, tal vez porque los poderes fácticos hubieran querido otros resultados. Lo cierto es que el polémico ex ministro de Economía Chaves se verá en la segunda vuelta electoral con el ex Presidente Figueres Olsen. Será una segunda vuelta entre un candidato que representa al partido de masas más histórico con un novel político que se jacta de representar la “novedad”, aunque en el Perú ya estamos curados de la “novedad” porque resultan ser corruptos e incapaces.
Volviendo con Costa Rica, el tercer lugar fue Fabricio Alvarado, ex diputado conservador, líder del novísimo Partido Nueva República, que obtuvo el 14% de los votos. En la elección presidencial del año 2018, Fabricio Alvarado pasó a la segunda vuelta con el 24% de los votos y en la segunda vuelta obtuvo el 39% de los votos. Como en otros países, España o Portugal, los partidos de tendencia conservadora están creciendo electoralmente ubicándose en un expectante tercer lugar.
El cuarto puesto fue para Lineth Saborío, ex primera vicepresidente de Costa Rica en la gestión de Abel Pacheco, del histórico Partido Unidad Social Cristiana, que obtuvo el 12% de los votos. Algunas encuestas situaban a Saborío en el segundo lugar, con un 15% de los votos; pero fue superada por el progresista Chaves y el conservador Alvarado.
Habrá una segunda vuelta el 3 de abril. Los dos históricos partidos costarricenses Liberación Nacional y Unión Social Cristiana dan batalla política para no quedar relegados en la historia, mientras que en el Perú los históricos partidos están en decadencia, por diversos motivos. Creo que uno es por mantener a mediocres en la dirigencia cuando deberían convocar a destacados profesionales y técnicos para modernizar la política.
Finalmente, los dos grandes perdedores de la lid electoral es el socialista nostálgico como Rolando Araya –que ha militado en tres partidos políticos– y Jesús Ramos, del partido gobernante Acción Ciudadana –que ha gobernado pésimamente Costa Rica desde el 2014– porque ninguno de los dos ha superado el 1% de los votos. Indudablemente, se tienen que retirar de la política costarricense.
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