Las regiones declaran la guerra al Congreso

El gobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón, afirma que, con el recorte del mandato congresal y presidencial al 2020, el presidente Vizcarra “se enfrenta al Congreso reaccionario”. También el gobernador regional de Pasco, Pedro Ubaldo, saludó el adelanto de elecciones. Igualmente, el gobernador regional de San Martín, Pedro Bogarín, se pronunció a favor.

El gobernador de Cajamarca y presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, Mesías Guevara, calificó de “gesto democrático” el adelanto. Sostuvo que el Congreso está “fuera de la realidad y no escucha al pueblo”. "Han perdido el foco de lo que quiere el pueblo peruano: que haya una renovación de la clase política", sostuvo. Subrayó que Vizcarra muestra que no se aferra al cargo al plantear el recorte del mandato presidencial y calificó de despropósito que se pida la renuncia de Vizcarra y la de Mercedes Aráoz para que Pedro Olaechea asuma la Presidencia y convoque a elecciones.

Incluso la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales, que representa a los alcaldes del Perú, ha expresado su respaldo al adelanto de elecciones.

El díscolo gobernador regional de Arequipa, por su parte, sostiene que el adelanto de elecciones es una cortina de humo para tapar la crisis del diálogo de Tía María, pero no se pronuncia en contra del adelanto de elecciones.  

En conexión con el diálogo minero, el gobernador regional de Tacna, Juan Tonconi, afirma que urge la nueva Ley General de Minería anunciada por el gobierno, porque la que existe "está desfasada". Es lo que le dijeron a Vizcarra en la reunión que tuvo en Arequipa con la Mancomunidad del Sur, según video que circula en las redes. Es más, Tonconi reveló que la Mancomunidad tiene listo el borrador de la la nueva Ley de Minería, trabajado por los gobiernos regionales de Ica, Apurímac, Arequipa, Madre de Dios, Cusco, Moquegua y Tacna. Ese proyecto de Ley bien puede ser un vehículo del pensamiento post extractivista de la izquierda radical. Pronto lo sabremos.

Lo que está claro de inmediato es que una alianza con el gobierno ha lanzado a las regiones contra el Congreso. No es poca cosa. Hace años ya que las regiones han venido empoderándose hasta el punto en que pueden no acatar ya las disposiciones del Ejecutivo. Ahora han enfilado todas sus armas contra los representantes parlamentarios, debilitados por sus propios actos.

Desde el Gobierno central, el ministro de Justicia anuncia ahora que el Gabinete no descarta hacer cuestión de confianza de la aprobación del adelanto de elecciones, cuya iniciativa presenta hoy. De confirmarse el anuncio, esta es la antesala de la disolución del Congreso.

El Presidente basó su decisión política (de pedir el adelanto de elecciones) en que el Congreso desnaturaliza la reforma de la inmunidad parlamentaria. El Congreso tiene la posibilidad de dejar sin piso el adelanto de elecciones allanándose a renunciar a la inmunidad. Si luego de eso el gobierno no da marcha atrás en el adelanto de elecciones, el Congreso le habrá bajado la llanta a la iniciativa, al haber puesto en evidencia que las motivaciones del Presidente no tienen que ver con la reforma política.

Esto, desde luego, si de ajedrez se trata. Pero esta parece más bien una partida de matagente.