Las pymes y la guerra de la electricidad

La mendacidad está de moda en la disputa entre empresas del sector electricidad. El caso está hoy en manos del Osinergmin, que el próximo 3 de mayo deberá publicar el procedimiento para el cálculo del precio del gas natural (GN), variable usada en la determinación del precio de transacción del mercado de corto plazo (MCP). Un proceso que tiene preocupados a los tres grandes de la operación termoeléctrica a GN: Kallpa Generación SA, Enel Generación Perú SAA y Engie Energía Perú SAA; así como a una pequeña empresa, Atria Energía SA. 

La preocupación deriva en que han retirado energía a bajo costo, signado por las termoeléctricas citadas, para vender a precios insólitos a clientes cuya demanda supera los 200 KW, conocidos como clientes libres (CL). Todo indica que la liberalidad que tenían para manejar el MCP culminará, según una prepublicación reciente del Osinergmin. El margen comercial mínimo de 100% sobre el costo que disfrutaban se reducirá significativamente, y en algunos casos el precio de venta no les cubrirá el costo de compra. 

La batalla de las formalidades está planteada. La propuesta que hicieron a través del Comité de Operación Económico del Sistema Interconectado (COES), no ha tenido eco en el regulador, y el costo de adquisición de la energía de terceros, que ha sido de US$ 9.67 por megavatiohora en el período 2017-2020, pasaría a US$ 24.90 por megavatiohora. El problema es que tienen CL a quienes han vendido a US$ 20 por megavatiohora.

En estas circunstancias han salido a los medios voceros diversos anunciando un apocalíptico cierre de pymes, porque supuestamente les subirán las tarifas en cifras siderales. Algo que es falso; tan es así que las propias termoeléctricas que se verían afectadas no se atreven a afirmarlo, pues quedarían en ridículo. Los contratos entre estas y los CL no tienen cláusula alguna que esté relacionada con el cambio de precios en el MCP. 

Es necesario aclarar el discurso del supuesto cierre de pymes, y para ello hay que recurrir a cifras objetivas. Hoy, el precio medio de los CL por todo concepto eléctrico (monómico) es de US$ 42.98 por megavatiohora, existiendo mínimos de hasta US$ 31.41 por megavatiohora. En el 2015, un año antes que se iniciase la distorsión, los CL pagaban US$ 58.59 por megavatiohora; es decir, 36% más caro que el promedio y 87% mayor que el mínimo, de los valores actuales. Nadie informó en esa fecha que iba a quebrar. 

Pero no solo eso, en junio del 2017 el Ministerio de Producción publicó un interesante trabajo que es de dominio público: “Estudio de la situación actual de las empresas peruanas”, que recoge data del año 2015. En este documento se utilizan diversas encuestas, a tres de las cuales me referiré. Se pregunta tanto a las pequeñas y medianas empresas (pymes) por separado: principales factores que limitaron el crecimiento de las empresas (páginas 57 y 58), y en ninguno de los 11 ítems de respuesta está el tema de las tarifas eléctricas. 

Hay una sección relacionada a los servicios que toman: transporte, electricidad y agua. En lo concerniente a los problemas relacionados al servicio de electricidad (página 81), se presenta siete ítems, siendo el primero los cortes no programados el principal problema para el 59% de los encuestados; mientras que los cortes programados fueron problema para el 56% y los quejosos de las tarifas fueron tan solo 20%. Por si alguien quiere inferir que ese 20% representa a miles de empresas, les recuerdo que, por facturación, solo 42 empresas de 1,442 CL son pymes.

Seamos serios. No manipulen a los consumidores para intentar que Osinergmin cambie de parecer. Las manos que mecen esta cuna parecen conocidas.