Las promesas y explicaciones del ministro de Economía

Alex Contreras, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) está demostrando que puede ser un entretenido conferencista universitario de pregrado, que puedo explicar a su auditorio algunas pinceladas de lo que ocurre a nivel macro tanto en el contexto internacional como nacional, pero de allí a ser conductor de la economía y finanzas del país hay mucha distancia

Esta semana, el ministro ha presentado en conferencia de prensa un extenso informe de 73 láminas en formato PPT, con el que quiere justificar la caída del PBI en los dos primeros trimestres de este año, que han totalizado un decrecimiento acumulado semestral del 0,5%; y la corrección de su estimado de crecimiento económico de este año, de 2.5% a 1.1%, vendiéndonos la ilusión que a partir del próximo año se crecerá a un ritmo de 3.0% anual. 

Se pretende justificar lo ocurrido en los seis primeros meses, con los actos de protesta contra el gobierno de Dina Boluarte en enero y febrero, así como el efecto de las lluvias, inundaciones y sequías que han sucedido. De la autocrítica por no generar confianza a los agentes económicos ni una palabra, pero sí mucha propaganda a su programa Con Punche Perú, que ha apostado por bonos, créditos e inversión pública; de magros resultados.

El mal desempeño en la inversión pública era de esperarse, estamos ante ministros, autoridades regionales y locales, que están en etapa de aprendizaje tienen entre 8 y 9 meses en el cargo. Tan grave es la situación que la ejecución del presupuesto destinado para los efectos del Fenómeno de El Niño que se nos acerca, es de tan solo del 26%, lo que prevé que vamos camino a experimentar serios problemas.

El ministro Contreras no está internalizado con las limitaciones que se tienen para la ejecución presupuestal, mira las cosas de lejos desde su cómodo despacho del jirón Junín, y apuesta a que el apoyo técnico de las personas que el MEF envía desde Lima a las regiones es suficiente. Es indispensable que viaje y tome contacto con las autoridades regionales y locales, y constatará que muchos de sus enviados en lugar de ayudar están para que los ayuden. 

Otro de los grandes problemas que enfrenta el gobierno es la caída de la inversión privada, que oficialmente será de 4.5% del PBI en el 2023, el retroceso en el sector minero energético es dramático. Por el lado minero, de los 8 proyectos que lista, solo 4 tienen avance dentro de lo normal y el caso hidrocarburífero merece mención aparte. 

En exploración y explotación de hidrocarburos, la apuesta gubernamental es estatista y centrada en Petroperú, liderada por el capitoste del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Oscar Vera, que lo lleva de la mano al sumiso ministro Contreras, que solo atina a decir que apoyará a la petrolera estatal en aquello que signifique pequeña inversión y que no descarta más apoyo crediticio desde las arcas públicas, una generalidad donde se puede incluir cualquier cosa. 

Cuando de grandes proyectos se refiere, desde el MEF lanzan anuncios desinformados sobre la inversión en petroquímica para producir fertilizantes, una quimera a la que ya me he referido en más de una oportunidad, y sobre un nuevo puerto en el sur, dado el conglomerado de minas existentes en la zona, no reparan que este tipo de emprendimientos implican desembolsos billonarios, cuya maduración demora varios años. El mejor ejemplo es el puerto de Chancay, que fue conceptualizado en el 2006 y que recién empezará a operar en el segundo trimestre del 2024. 

Estamos ante un ministro de economía sin liderazgo, con desconocimiento supino de la realización de inversiones y sin experiencia alguna en la interacción con los agentes económicos; si se quiere intentar una mejoría su relevo es una necesidad.