Giancarlo Peralta
La violencia y sus rostros de izquierda
Siguen creyendo que “el poder nace del fusil”

La izquierda en el Perú tiene múltiples rostros. Actúa en contra de la generación de riqueza, y lo hace a sabiendas de que esa riqueza beneficia al conjunto de la sociedad. Lo que más incomoda a la izquierda es que algunos crezcan más que otros; pero sucede que en el proceso de crecimiento de la economía surgen oportunidades, y cada quien las aprovecha en el ejercicio de su libertad y según su propio interés.
También cuestionan la existencia de disparidades de origen que dificultan el avance de todos –lo cual es cierto–; pero deteniendo el progreso las disparidades se profundizan y la inequidad aumenta. Recientemente los medios de comunicación han informado sobre los resultados del denominado Barómetro de los CEO, que recoge las expectativas de los principales funcionarios de las empresas que operan en el país. El 44% de ellos manifiesta que está reduciendo sus metas de crecimiento para este año. La pregunta que cae por su propio peso es: ¿por qué?
Las principales razones apuntan a las señales que emitía el Gobierno de las izquierdas, liderado por Pedro Castillo: corrupción e ineptitud. y también por el retraimiento para la toma de decisiones por parte de la burocracia más profesional del aparato del Estado, lo que generó el cóctel perverso en contra de la confianza.
Congresistas de izquierda proponen quebrar el sistema privado de pensiones o las AFP, con la pretensión de establecer un mecanismo que perjudique a quienes aportaron y beneficie con pensiones ínfimas a quienes no lo hicieron. En realidad, lo que buscan es que el sistema de ahorro privado más eficiente del país deje de existir. Por lo tanto, se perjudica desde el Estado, que emite bonos para ser adquiridos por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP); los pensionistas, quienes indirectamente poseen acciones de las principales y sólidas empresas a través de las AFP; los privados, que pueden acceder a recursos económicos para invertir en el desarrollo de proyectos rentables y que generan beneficios para todos. Pero sucede que esto a las izquierdas no les interesa.
Cuando las izquierdas emplean el mecanismo populista de autorizar retiros sucesivos de los fondos de pensiones, lo que están haciendo es dejar en la orfandad a los jubilados de los próximos años. La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha informado que a enero del 2023 el número de pensionistas por jubilación fue de 74,641, mientras que 478,026 afiliados del Sistema Privado de Pensiones (SPP) optaron por retirar sus fondos (95,5% del total).
Las izquierdas dirán que ellos no son responsables, que el Fenómeno de El Niño ha agudizado la crisis que ya vivía el país. Claro, pero olvidan precisar que fueron sus gobiernos locales, provinciales y regionales quienes se opusieron al desarrollo de la minería en diversos puntos del país, argumentando que “defendían el cuidado del ambiente, el agua, etc.”. Luego, dirigieron sus balas contra la agroindustria de exportación, y prohibieron la tercerización laboral, que es un mecanismo exitoso para generar empleo más eficiente y productivo.
Las izquierdas –la caviar y la violentista– viven ancladas en el pasado, casi dos siglos atrás, leyendo y releyendo fragmentos de las obras de Marx, Engels y Lenin, pasando por quienes siguen enarbolando el grito de guerra del maoísmo: “el poder nace del fusil”. Ambas siempre estarán dispuestas a beneficiarse del poder, incumpliendo sus ofrecimientos de campaña para dejar un Perú más pobre del que recibieron.
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