Carlos Hakansson
La pelota no se mancha
Los errores de los congresistas no deben atribuirse a la institución
La Ilustración, que surgió entre los siglos XVIII y XIX, fue especialmente relevante en Inglaterra, Francia y Alemania. Este movimiento buscaba combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía mediante el conocimiento (scientia potestas est). Su objetivo era crear un mundo mejor difundiendo ideas de libertad, igualdad, progreso, tolerancia, fraternidad, gobierno constitucional y separación entre Iglesia y Estado. Estas ideas se expandieron a través de libros, periódicos y reuniones informales en cafés de grandes ciudades europeas, donde intelectuales, maestros y discípulos discutían sobre política, economía, filosofía, leyes y sociología. En resumen, la Ilustración ayudó a formar las instituciones constitucionales que conocemos hoy, como la representación política, la libre expresión de la voluntad popular, la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) y el Bill of Rights estadounidense (1791).
Hoy en día, surgen ideas y prácticas que se oponen a la Ilustración, buscando deconstruir la idea de que los derechos son inherentes a la persona. Esto podría llevar a la cancelación de las asambleas legislativas, erosionando la representación, la separación de poderes y las libertades. Un ejemplo es el reconocimiento de derechos a los animales, que no pueden tener deberes de justicia entre su propia especie. El derecho es un constructo humano para resolver diferencias entre personas y relaciones jurídicas, recurriendo a un tercero imparcial (juez, Corte o Tribunal) para que resuelva conforme a la justicia.
El Congreso de la República también ha sido estigmatizado como incapaz de representar al ciudadano. Aunque la falta de un sistema de partidos es evidente, los errores cometidos son personales y no deben atribuirse a la institución. Las sanciones deben aplicarse al parlamentario responsable, respetando el debido proceso. Las presiones para eliminar la inmunidad parlamentaria y el impedimento de reelección inmediata, ahora recuperada con la reforma constitucional que restablece el Senado, son medidas que buscan erosionar las funciones del Congreso. La presencia de un Senado reforzará al Congreso, pero los problemas de fondo son la falta de un sistema de partidos. Como dijo Diego Armando Maradona: “La pelota no se mancha”.
Las ideas contrarias a la separación de poderes operan cuando el jefe de Estado responde a sus postuladores, permitiendo menoscabar las competencias parlamentarias, impedir debates y votaciones mediante medidas cautelares, e incluso avalar una disolución inconstitucional del Congreso. Esto deconstruye el principio de igualdad y olvida que la persona es el titular universal de los derechos fundamentales. Estas tesis buscan disminuir al parlamento y empoderar al ejecutivo según sus intereses.
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