La influencia del GLP en las decisiones políticas

Desde el inicio del mandato gubernamental de Pedro Castillo, el incremento de la cotización de los precios de los bienes y servicios ha sido materia de preocupación ciudadana. Y el balón de gas licuado de petróleo (GLP) de 10 Kg de peso, es el más importante de esos bienes.

Ha ocupado lugar preferente en la noticia el costo de este combustible utilizado por el 58% de los hogares peruanos. La última encuesta de CPI, que tiene data al día 3 de este mes, nos da algunas luces sobre la ponderación que se le ha dado al tema en la población.

Según CPI, entre las “medidas de reclamo urgente”, la rebaja del GLP ocupa el cuarto lugar; así lo considera en Lima el 5.3% de los encuestados; y en provincias,el 19.2%. En la prelación de reclamos está antes que la exigencia de la “culminación de las vacunas”.

En vista que, desde el Ministerio de Energía y Minas, desde fines del mes pasado se había hecho el anuncio que se le iba a incluir en el Fondo de Estabilización de Combustibles (FEPC); en la misma encuesta se preguntó por “las medidas positivas”. Y la reducción del precio del GLP, que se había anunciado, pero no se había dado, ocupó el segundo lugar. En Lima el 15.3%, y en provincias el 26.1%, eligió esta opción; posición que está por delante de la percepción positiva del nuevo “bono de 350 soles” que se va otorgar. 

Queda clarísimo que es un tema muy sensible y al final, luego de no pocas dudas,-que llevaron a soslayar el tema en la presentación del Premier Guido Bellido en el Congreso-se ha publicado la resolución ministerial que incluye al GLP en el FEPC. El discurso apuesta por las definiciones que llevaron a su implementación en el 2004, que lo considera un fondo revolvente. La experiencia ha demostrado, que no es tal y que cuando hay una tendencia alcista, que es lo que estamos viviendo ahora, se convierte en un subsidio con cargo a la caja fiscal.

La naturaleza del subsidio del FEPC es irrefutable. Durante el período 2004-2006, en el gobierno de Alejandro Toledo, el resultado neto de costo al fisco fue de S/ 18.2 millones; durante el quinquenio 2006-2011, del gobierno de Alan García, cuando el precio internacional del petróleo crudo se multiplicó en 2.3 veces, el fondo costó S/ 2,038 millones. En el gobierno de Ollanta Humala (2011- 2016), el costo fue de S/ 360 millones, mientras que en la era de presidentes intercambiables (Kuczynski, Vizcarra y Sagasti), el monto llegó a S/ 557 millones.

El reingreso del GLP al FEPC, con un descuento de S/ 11 soles sobre el precio actual –se considera solo el producto envasado en balones–- al primer mes ya tendrá una cuenta pendiente de retorno de S/ 140 millones. De seguirse incrementando la cotización internacional, el forado en el tesoro público se seguirá in crescendo.

Aparte de la cuantía del subsidio, hay un punto adicional que preocupa: ¿los hogares verán reducido en S/ 11 soles el precio del balón? No necesariamente, pues el FEPC es aplicable solo a la primera transacción (importación o compra a productores locales). Para llegar al consumidor final, hay que pasar por una cadena comercial que tiene márgenes que van desde el 50% al 100% del costo de la primera transacción, y la experiencia ha demostrado que en el camino se quede parte del descuento en algunos agentes de la distribución, engrosando su utilidad. 

La salida con racionalidad económica está en lo que Osinergmin ha llamado el GLP eléctrico, que explicaré en un siguiente artículo.