Antero Flores-Araoz

Extranjeros: hay de todo

Superintendencia de Migraciones y Mininter tienen mucho que explicar

Extranjeros: hay de todo
Antero Flores-Araoz
01 de mayo del 2023


Nuestro querido Perú siempre ha tenido una política de puertas abiertas a los extranjeros. Se reconoce que desde la conquista los españoles que vinieron a estas tierras no solo llegaron para beneficiarse de las riquezas del nuevo continente, sino que también nos trajeron cultura, idioma y la fe católica, entre otros aportes, desarrollándose entre los lugareños con los inmigrantes un impresionante mestizaje.

Hemos tenido, con el correr de los siglos, importantes corrientes migratorias, como la china, la japonesa y la de los países africanos, con los cuales también se practicó mestizaje. Sucedió lo mismo con otras inmigraciones, que pese a ser menos numerosas, contribuyeron al desarrollo peruano, entre las cuales destacan la italiana y la inglesa.

Quienes vinieron al Perú desde lejanas tierras, por lo general lo hicieron con propósito de permanencia, afincándose en el Perú y emprendiendo infinidad de actividades que contribuyeron a nuestro crecimiento y bienestar. No podemos olvidar, en ese sentido, que desde otros lugares de nuestro hemisferio, como Argentina y Venezuela, ingresaron al Perú con sus huestes libertarias don José de San Martin y don Simón Bolívar.

Pero al igual que existe migración deseable y deseada, también ha habido de la otra, con el ingreso de personas que dejan herencia de violencia, de malas prácticas y hasta de delincuencia. Incluso con discursos hacedores de rebeliones, de enfrentamientos y hasta terrorismo.

Quienes ingresaron al Perú con torvos propósitos, algunas veces los maquillaban con supuestas buenas intenciones; por ejemplo, brindarnos ayuda sanitaria y quirúrgica, como fue con las Casas de Alba y luego ayuda médica desde Cuba. Fue muy publicitada la llegada, en su momento, de un centenar de médicos de la patria de Martí.

Recientemente, los medios se ocupan de “El Español”, persona que hasta ahora no se sabe a ciencia cierta ni cuál es su nombre, menos cuando llegó al país y el motivo de su permanencia, pues hay más que sospechas de haberse relacionado con personas del entorno del ex presidente Pedro Castillo Terrones y también con él. Se considera que los objetivos de dichas relaciones no eran nada santos y que probablemente tenían que ver con acciones de inteligencia, de infiltración en Fuerzas Armadas y Policía Nacional, y con influencia en los cambios de posición y destino de altos oficiales de tales instituciones llamadas a cautelar el orden en nuestra Nación.

Por ello la Superintendencia de Migraciones y el Ministerio del Interior tienen mucho que informar y explicar al país. Sobre todo si los grupos de personas a los que nos referimos, provenientes de Cuba y Venezuela, siguen en el Perú y a que se dedican. A ellos habría que agregar a los bolivianos enviados por el inefable Evo Morales, que instigan a la violencia en el sur, en Puno, en Cusco y otros departamentos.

A los congresistas habría que recordarles que pueden solicitar información escrita a los organismos públicos e incluso llamar a las autoridades a que den cuenta presencial, sin olvidar la función fiscalizadora que podrían ejercer a través de las comisiones Investigadoras. Hay muchas tareas pendientes.

Antero Flores-Araoz
01 de mayo del 2023

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