Ángel Delgado Silva

¡Exigimos el más amplio debate nacional!

Antes de la ratificación del Acuerdo de Escazú

¡Exigimos el más amplio debate nacional!
Ángel Delgado Silva
23 de julio del 2020


No permitamos que el
Acuerdo Regional de Escazú sea ratificado en medio del desconcierto general, provocado por la acción combinada de una pandemia letal y una crisis económica sin precedentes. Un asunto tan importante no puede pasar a la ligera, cuando el desasosiego ciudadano bloquea la imprescindible reflexión. Está en peligro el bienestar de las futuras generaciones de peruanos, y no podemos incurrir en la irresponsabilidad del facilismo y las cosas consumadas. ¡Exigimos transparencia y la mayor difusión para romper con negociaciones sigilosas, en las altas esferas oficiales, sin conocimiento ni participación de la población afectada!. 

En las primeras escaramuzas del debate nacional se van perfilando las posiciones. Los promotores del tratado, imbuidos de un globalismo tan radical como tonto, creen que los peruanos y nuestras instituciones públicas son incapaces de cautelar el medio ambiente. Consideran que no podemos utilizar los recursos naturales racionalmente ni con probidad. Que somos un país infantil, con una republiqueta fallida, impotente para valerse por sí mismo. Postulan, por eso, que las decisiones medioambientales y las controversias, sean adoptadas, en última instancia, por organismos internacionales. ¡Qué la desnacionalización de la naturaleza es la conditio sine qua non para conservar el medio ambiente! 

El debate, aún incipiente, va desenmascarando poco a poco el contenido colonial de estas posturas. La ingenuidad de sus discursos, pletórico de lirismo y frases alambicadas, disfrazan el hecho que todo sistema global agazapa intereses imperiales. Que las relaciones internacionales son esencialmente asimétricas y, por lo tanto, no hay igualdad entre los países ni predomina, entre ellos, la solidaridad. Las grandes potencias siempre han codiciado las materias primas y desataron las guerras más terribles, en este empeño. Y no hay razón alguna para afirmar que tal apetito haya desaparecido en el siglo XXI. 

La globalización es una realidad incontestable. Pero eso no quiere decir que diluyamos nuestra identidad e intereses nacionales en el vértigo torrentoso de la mundialización. Convenios como Escazú no son suscritos por EE.UU., Rusia, China ni los países europeos. Pero sus adláteres sí obligan o engatusan a los países del sur, pródigos en riquezas naturales, porque a la postre favorece a dichos intereses. 

No por casualidad, en el Fórum de Loreto último, los defensores ardorosos del Acuerdo fueron los representantes de las oenegés cuyo financiamiento proviene de países e instituciones extranjeras. Cumplían el dictado del amo imperial. En cambio el rechazo fue expresado por los gobernadores de las regiones amazónicas. Independiente de sus posiciones políticas, recogían la voz y el sentimiento de sus respectivos pueblos, los mismos que votaron por ellos en las urnas el año pasado. ¿Qué curioso no?

Ángel Delgado Silva
23 de julio del 2020

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