Iván Arenas

Evo: notas sobre el "golpe" y el fraude

Se alejó del campesinado y la Bolivia rural

Evo: notas sobre el "golpe" y el fraude
Iván Arenas
12 de noviembre del 2019


No obstante del enorme déficit fiscal actual, superior al 8% del PBI, el gobierno de Evo Morales no fue un enemigo obtuso del capitalismo. Si bien es cierto que las nacionalizaciones de la primera hora representaron un acercamiento al socialismo del siglo XXI, en grandes tramos de su gobierno Evo mantuvo los pilares de la economía de mercado. Evo era un amigo del capitalismo. Y gracias al impulso de una economía extractiva y de mercados abiertos, la pobreza se redujo como jamás en la historia republicana boliviana. No solo ello, también emergió y se fortaleció una enorme clase media mestiza y plebeya. 

La caída de Evo parece ir por ese lado. Cuando Morales perdió el referéndum de la re re reelección en 2016, el propio Álvaro García Linera, el vicepresidente intelectual, indicó que el proyecto MAS había perdido la hegemonía y la capacidad de integrar a la clase media, que emergió con Evo, en un proyecto nacional. Ese fue el yerro histórico. De alguna u otra manera, la política debe beber siempre de la sociología. Evo no pudo integrar a la enorme clase media plebeya, cuya demanda e interés fue absolutamente distinta a los propuestos por el régimen. Las clases medias anchas y ajenas eran una "mayoría cautelosa" que actuó bajo la lógica de que solo podía crecer y desarrollarse con más democracia y sin amagues autoritarios. Marx tenía razón cuando indicó que la democracia era el régimen de la burguesía. Esta es solo una aproximación.

Otro elemento de la ruptura fue que el MAS dejó de representar el tradicionalismo de una mayoría boliviana y se lanzó a integrar abiertamente a las minorías diversas con sus propias demandas. De allí que el tema religioso y la defensa de la familia tradicional hayan estado en primer plano en las protestas. Evo se alejó de aquella representación que siempre mantuvo: la del campesinado y la Bolivia rural que aún no se aleja de las esencias tradicionales. Sin embargo, la izquierda en la región ha sido incapaz de entender los vericuetos de la sociedad.

Como la política también es la guerra de los relatos oficiales, el marco de interpretación que la izquierda trata de imponer es que ha sido un "golpe fascista". Hay que ser claros. Existió un voluntad popular que fue aprovechada por los conservadores, pero la mayoría del pueblo boliviano no es fascista. A todas luces hubo un fraude, y a todas luces ninguna organización poderosa (como la COB o los cocaleros) pudo organizarse para combatir el supuesto "golpe". ¿Por qué? Por que dejaron de creer en el proyecto de Evo y del MAS.

Las clases medias están en boga. En Bolivia han apostado por derrocar a un régimen agotado y sin legitimidad. Un régimen que permitió la emergencia de esta nueva sociedad. En el Perú, Fujimori permitió la emergencia de una sociedad plebeya, llevó el Estado a la Puna, como lo hizo el evismo, organizó la sociedad después de tantos quiebres. Ambos dejaron el país por la puerta falsa. Ambos pudieron convertirse en padres republicanos, pero prefirieron el delirio.

Iván Arenas
12 de noviembre del 2019

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