Jorge Morelli
“Europa fomenta la ociosidad”

La baja gobernabilidad impide desmontar el impagable estado de bienestar
Cinco años atrás, huésped en Madrid de Idea International y el Instituto Elcano, dije a mis sorprendidos y un tanto incómodos anfitriones que la crisis económica —el desempleo ya era 20%— iba a poner a prueba a la democracia española. Hoy España brega por elegir un gobierno y va a su tercera elección sin visos de conseguirlo. Si lo logra esta vez será por cansancio. Pero la falla volverá a presentarse.
La crisis económica siempre hace emerger y pone en evidencia ante la narices de todos la falla de las democracias de baja gobernabilidad. Es una advertencia a todas las democracias alrededor del globo. Es de esperar que la democracia española sobreviva a esto, tome por las astas al toro del problema económico y lo doblegue.
La baja gobernabilidad de las democracias europeas impide hasta la fecha desmontar el impagable estado de bienestar. Es lo que se halla justamente en la raíz de la crisis económica europea. Años atrás, luego del colapso de la burbuja global de 2008, los gestores del estímulo monetario del Banco Central Europeo fueron a China en busca de financiamiento para la operación de salvataje. El gobierno chino respondió cortésmente de manera negativa. Dijo que las leyes laborales europeas “fomentan la ociosidad”.
La democracia tiene que resolver los problemas. Si la de baja gobernabilidad no los resuelve, está en peligro de recaer en el autoritarismo. Incluso las democracias de alta gobernabilidad y en equilibrio —como los juegos mecánicos que quedan, por un instante, suspendidos en el aire— se hallan siempre en peligro de regresionar, ya sea a la democracia de baja gobernabilidad o al autoritarismo.
Ni siquiera EE.UU. está del todo a salvo. ¿Qué es Donald Trump sino, precisamente, el peligro del autoritarismo encorsetado por unas formas democráticas? ¿Qué es Hillary Clinton sino el peligro de una democracia incapaz de resolver los problemas? La democracia americana seguramente logrará sortear su paso entre Escila y Caribdis, los dos monstruos legendarios. Ya lo ha hecho antes. Pero es un sendero estrecho.
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
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